Por Ignasi Pérez Arnal
Director de WITS Institute/BIM Academy
Cumplir 100 años no es tarea fácil, y aún más si se trata de cumplirlos iluminando ciudades. Este ha sido el eje del Simposio Internacional Lighting For Bright Lives celebrado en la sede de La Casa de la Luz, aprovechando la apuesta de crear un espacio dedicado a la luz dentro de uno de los mejores edificios que el arquitecto Fernando Higueras creó en la ciudad de Madrid. Su edificio Oasis transpira los mismos conceptos que la empresa Simon artífice de la recuperación de este espacio quiere ofrecer en sus productos: geometría, eficiencia, naturaleza, biofilia, combinación con la naturaleza.
Ofrecer un mejor espacio urbano ha sido una de las conclusiones meridianas de tres sesiones enfocadas en descifrar cómo la luz en las ciudades ha ido cambiando. Se partió de una disertación magistral de Luis Lafuente, director general de patrimonio cultural del Ayuntamiento de Madrid, sobre la necesidad de nuevos especialistas que sepan poner en valor cualquier espacio –sea urbano, natural, patrimonial- para así convertirlos en un nuevo paisaje cultural urbano. Abogó por los Planes Directores de Iluminación para determinar en una ciudad qué iluminar y cómo, trazar sus vías de tramitación hasta el punto de crear una nueva ordenanza.
La moderadora de la primer mesa redonda fue Núria Matarredona, directora general de innovación ecológica en la construcción de la Generalitat Valenciana, quien dejó claros diversos puntos sobre dónde debería enfocarse la nueva iluminación de las ciudades y principalmente, que la transición ecológica se debía conseguir a través de una compra pública innovadora para que el alumbrado de las ciudades fuera sostenible. De igual modo, se habló sobre el que el reto de diputaciones y gobiernos es el de no dejar desfallecer a los pequeños municipios que necesitan ayuda en esta transición y así puedan converger en licitaciones basadas en buenas prácticas, inteligentes y que aborden ya mismo los retos de la utilización de los datos abiertos para sobrepasar las dificultades que introduce la crisis energética.
La digitalización fue abordada por Pablo Martínez, arquitecto, planificador urbano y fundador de 300.000km/s (agencia de planeación urbana), quien compartió el alcance del análisis y descripción de los usos de una ciudad para ayudar a diseñarla y de la importancia de cómo las nuevas tecnologías nos ofrecen la capacidad de “aprender a ver en la oscuridad”. Datos, metadatos, rastreo del número de mensajes enviados según calles, plazas, espacios deportivos nos ofrecen la posibilidad de crear cronogramas, frecuencias, densidades para –a través de la luz- identificar dónde hay actividad.

La pregunta formulada es ¿Se debe iluminar la actividad social? ¿Se debe transformar la calle en una Smart Lighting Street?
Ángel María Cid del Ayuntamiento de Mérida, César Rodríguez del Ayuntamiento de Badajoz y Francisco Belmonte del Ayuntamiento de Córdoba en representación del centenar de técnicos de alumbrado público y de eficiencia energética presentes de toda España, se enfocaron en la importancia de una nueva relación entre políticos municipales y técnicos para afrontar una concienciación sobre la importancia de la energía en las ciudades.
Cuando un “consejo de administración” municipal cambia cada 4 años y además lo hace sin seguir ninguno de los objetivos y KPIs (Key Performance Indicators) fijado antes es muy difícil levantar las barreras para una gestión eficaz.
La segunda sesión se enfocó sobre las maneras de utilizar la luz como motor de embellecimiento de una ciudad y cómo la digitalización puede aportar una de las claves fundamentales para hacerlo.
Isabel Bellot, directora del máster de Transformación Digital en La Salle-Universitat Ramon Llull y directora de Transformación Digital en Grant Thornton, moderó una sesión sobre la conexión arquitectura/urbanismo/iluminación 4.0 como leit motiv.
Por su parte, Michela Mezzavilla, fundadora del studio reMM identificó los vínculos entre las ciudades y la luz. New York, Kyoto, Paris (que no deja por conocerse como La Ciudad de las Luces), Londres o Hong Kong llevan a hacernos entender que el paisaje nocturno es el configurador de una ciudad. Una ciudad que no duerme porque tiene luz.





La iluminación por capas, el trabajo para el alumbrado de una calle o de una fachada, provoca nuevas maneras de entender edificios y entornos que al final devienen actividades sociales a crear, enfatizar o incluso, controlar. La “sensorización” abre una nueva etapa en la luz de la ciudad y Fernando Gallego del Ayuntamiento de Algeciras junto a Jose Antonio Martínez de la Diputación de Soria y Fernando Ibáñez como presidente del CEI-Comité Español de Iluminación, analizaron muy bien el uso de las herramientas digitales como mecanismo para saber lo que se tiene que mejorar en la gestión diaria del alumbrado.
Cumplir la legislación ya ayudaría mucho pero la educación del ciudadano de un lado y la concienciación del político por otro, abriría nuevos horizontes al acceso de subvenciones por parte de los fondos europeos. Los criterios de la UE marcan de forma precisa esta nueva cultura de la luminotecnia y corresponde a la administración pública tomar el riesgo de hacer una ciudad más saludable y segura.
Por último, el mayor objetivo de un técnico de una ciudad es ayudar a crear mejores calles, incluso trabajar para que tengan mejor comunicación gracias a su iluminación. Aquí, el papel de una buena arquitectura de la luz, unida a una eficiente ingeniería de la luz, conforma la mejor aproximación para hacer que cada proyecto de iluminación urbana sea un “convertidor” de escenas urbanas.
La mejor demostración no es un botón, sino una cantidad de proyectos. En este sentido, como los que mostró Enric Batlle, fundador de Batlle i Roig, doctor arquitecto y director del máster de Paisaje de la UPC. Unos proyectos que han obligado a crear y modificar luminarias, a dar la vuelta a parámetros de normativas urbanísticas, todo para crear un nuevo paisaje urbano con alma.




Y alma era la palabra utilizada por Elías Cisneros, arquitecto iluminador de 333 luxes de México, para tener como mayor objetivo en cualquier proyecto de iluminación. Entender la cultura, sus colores y tradiciones deben ayudar a conocer los valores a transmitir. Entender en qué paralelo del mundo trabajas es vital y conocer las características del sol y de su entorno ayudan a recrear la aportación de luz en una ciudad. Asimismo, Diana Solis, directora de la revista de iluminación Iluminet también de México, y a través de sus ojos como fotógrafa y Paula Carnelós, profesional asociada a AsBAI y al PLDA, definieron como la luz es una de las mejores contribuciones urbanas, convirtiéndose en una feliz relación de la ciudad con sus habitantes y usuarios.




La luz debe dejar de ser estática, se debe entender como generador del paisaje urbano y para ello debemos reconvertir la relación Arquitecto VS Ingeniero del siglo pasado en una nueva relación Arquitecto + Ingeniero, que desde una perspectiva del trabajo colaborativo debe introducir, aunque sea de forma sorpresiva para muchos de nosotros, en una relación simétrica con el Político y el Técnico a través –ahora sí, sin problemas asociados- de la Industria y el Fabricante.
Agradecemos al arquitecto Ignasi Pérez Arnal por su colaboración para la realización de esta crónica.
Ignasi Pérez Arnal. Arquitecto, máster de La Gran Escala (UPC) y Máster of Sciences MODIC (UPF). En 2012 fundó BIM Academy y junto al CAATEEB, el European BIM Summit en 2015. Es su director de contenidos y miembro del Comité Estratégico.
Autor de «Ecoproductos para la Arquitectura y el Diseño» y responsable de más de 50 publicaciones sobre sostenibilidad y arquitectura. Fundador de la editorial Actar y exjefe del Área de Sostenibilidad de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura EsArq (UIC).
Creador del primer Programa Erasmus Mundus sobre Arquitectura de Emergencia Sostenible en Europa, es profesor invitado en Facoltà di Architettura di Alghero y profesor en la Universidad Vietnamita-Alemana de Ciudad Ho Chi Min (Vietnam), Universidad de Puerto Rico, Ordem dos Arquitectos (Portugal), Universidad del Norte (Colombia).