La luz natural juega un papel fundamental en la vida de muchos organismos marinos, ya que lo utilizan como reloj o brújula para navegar por el entorno y también pueden usarlo para guiar sus migraciones hacia la superficie o a las profundidades del mar.
En diciembre de 2021, el equipo de investigación dirigido por el doctor en ciencias forestales e hidrográficas, Thomas Davis publicó un artículo donde presentan el primer atlas global que cuantifica la luz artificial nocturna en hábitats submarinos con base en una variedad de datos, incluido el atlas desarrollado por Fabio Falchi en 2016, así como mediciones de luz artificial en el norte del Golfo de Aqaba en el Mar Rojo, una región marina rica en arrecifes de coral.

El estudio menciona que debido al crecimiento de los centros urbanos costeros, plataformas petrolíferas y otras estructuras en alta mar, también se ha aumentado la iluminación que se dispersa en la atmósfera.
Una de las demostraciones más claras de que hemos entrado en otra época, el urbanoceno, es el predominio de la luz artificial nocturna (conocida como ALAN) visible desde el espacio. Gran parte de esta luz entra en los mares y océanos del mundo, lo que hasta ahora ha sido difícil de cuantificar.
La firma espectral de las fuentes de luz terrestres es detectable en los ecosistemas de arrecifes de coral del Mar Rojo y sugiere que hasta las tres cuartas partes del lecho marino adyacente a las ciudades puede estar expuesto a irradiaciones de luz artificial suficientes para provocar respuestas biológicas. Por ejemplo, los niveles de luz similares a los del resplandor del cielo pueden afectar la melatonina en los peces de agua dulce, en su éxito reproductivo, migración interrumpida o cambios en el equilibrio de las interacciones entre especies.




Aún no se conoce el alcance de ALAN para provocar tales respuestas en los ecosistemas marinos, por lo que el doctor Davis comenta que este atlas es el primero en cuantificar la prevalencia espacial y temporal global de este tipo de contaminación y que podrá tener numerosas aplicaciones en el diseño de experimentos ecológicos, biogeografía y conservación.
ALAN penetra a profundidades significativas dentro de la columna de agua (>40 m) dependiendo de su claridad. En las regiones con mayor contaminación lumínica, es probable que haya una alteración significativa de los ecosistemas naturales de la región que afecte los ciclos alimenticios, desde el fitoplancton hacia arriba.
Existe una posibilidad muy alta que los mayores impactos se produzcan de forma directa en especies altamente fotosensibles que utilizan la luz de la luna para guiar migraciones y sincronizar eventos fenológicos, muchos de los cuales son fundamentales para el ecosistema en general y sustentan servicios ecosistémicos vitales.
Para leer el estudio completo se puede acceder a Elementa. science of the Anthropocene
FUENTES
New atlas illuminates impact of artificial light in the ocean at night
A global atlas of artificial light at night under the sea
Que tipo de luminaria se instalaría en los muelles de las ciudades que no afecte al lecho marino y su fauna?
Hola José, gracias por tu pregunta. Con mayor frecuencia se empieza a considerar el uso de alumbrado exterior color ámbar con una temperatura de color inferior a los 3000 K, ya que se reduce la cantidad de especies que puedan confundirla con la luz de la luna (misma que utilizan para ciertos ciclos reproductivos o alimenticios). También se sugiere el uso de luminarias con accesorios que blinden o redireccionen la luz a donde realmente se necesite.