El vidrio común, también conocido como vidrio de silicato, es un compuesto creado por el ser humano con diversas funciones, incluyendo su uso en ventanas como barrera contra el viento, el sonido y otros objetos físicos no deseados, pero con la propiedad de dejar pasar la luz en formato transparente o esmerilada. En ciertas ocasiones funge como parte de un sistema arquitectónico de control de la luz como es el caso de los vidrios oscurecidos o los que cuentan con película polarizada.

La diferencia entre la cantidad de luz fuera y dentro de la ventana se conoce como nivel de absorbancia y se representa como un porcentaje de transmitancia, es decir, cuánta luz permite pasar. Por ejemplo, un vidrio con un nivel de oscurecimiento del 25% permitiría una transmisión del 75% de la luz que ingresa al interior en comparación con el exterior.

Hasta aquí todo parece sencillo, pero ¿qué pasa cuando el espectro de la luz es importante para considerar? La respuesta es que esto se vuelve un problema específico del espacio en el que estamos trabajando, ya que cada nanómetro del espectro será afectado en diferentes proporciones por las condiciones espectrales de la luz que llega a la ventana. Tomando como referencia una ventana de un laboratorio del CTI, esta tiene una transmitancia del 80% aproximadamente.

La absorción del vidrio de esta ventana específica se puede apreciar en la gráfica que no es completamente proporcional en todo su espectro visible como comúnmente se esperaría de un vidrio con transmitancia reducida. Esto puede deberse a diferentes factores, como la composición química del vidrio común y los elementos agregados que entintan al mismo.

Además, si recordamos que la luz natural al exterior de este espacio específico tuvo que atravesar un espacio de jardín para poder llegar al ventanal, el espectro resultante tras traspasar el vidrio de la ventana es modificado por el mismo vidrio y, asimismo, el Índice de Reproducción Cromática cambia reduciéndose de un CRI=94.3% en el exterior del espacio a un menor CRI=86.9% resultado del espectro absorbido por la ventana.
Cuando consideramos que el Índice de Reproducción Cromática es de suma importancia en nuestro espacio con utilización de luz natural, debemos analizar todo lo que la luz tiene que recorrer hasta nuestro plano de trabajo, incluyendo el vidrio de las ventanas y, en su caso, el del tragaluz, ya que pueden cambiar el espectro que los atraviesa, como sucedió en este caso.