La compensación del espectro de la luz natural con luz artificial es un factor que a menudo se pasa por alto cuando se busca aumentar el índice de reproducción cromática.
Cuando la luz natural penetra en el interior de un espacio, ha tenido que atravesar varios medios, como la atmósfera de nuestro planeta y diversos acristalamientos que protegen el interior de factores externos. La luz natural es esencialmente una mezcla de luz directa del sol, luz difusa resultante de la reflexión en las nubes, así como otras reflexiones provenientes del suelo, edificios y otros objetos exteriores. Finalmente, esta luz atraviesa el vidrio de la ventana y otros elementos de control limitativos tanto activos como pasivos en el espacio donde se aprovecha la luz natural.


Niveles de luz: solo luz natural (izquierda) y luz natural más luz artificial para mantener los niveles requeridos (derecha).
Una vez que la luz natural ingresa al espacio es necesario compensarla mediante un control con retroalimentación para satisfacer los niveles mínimos de iluminación requeridos. En caso de que la luz natural no cumpla con estos niveles, se compensa con luz artificial. Es precisamente en este punto de encuentro entre la luz natural y la artificial donde se produce un efecto interesante, ya que se mezclan dos composiciones espectrales diferentes.

Índice de reproducción cromática de la luz natural compensada con luz artificial.
En la zona donde la luz natural, con un índice de reproducción cromática de 86.9%, se mezcla con la luz artificial proveniente de una luminaria con un CRI del 70% (según los datos del fabricante), se obtiene un CRI resultante de 89.6%, ligeramente superior a los espectros por separado. Del mismo modo, la temperatura de color correlacionado se modifica resultando en 4892K, diferente a los 6772K y 4100K de los espectros iniciales respectivamente.
Un fenómeno similar de compensación ocurre cuando tomamos una luminaria con un CRI de 70 y balanceamos su espectro mediante una tecnología que reduce la profundidad de los valles en el espectro visible, con el objetivo de nivelar el espectro.

En la imagen, se puede observar el espectro resultante en verde, el espectro original de la lámpara en rojo y la parte agregada por la tecnología de compensación en gris.
La principal desventaja de agregar un espectro específico a una luminaria existente es la consecuente disminución de la eficiencia eléctrica. Por lo general, los LEDs con espectro específico no suelen contar con una alta eficiencia debido a un menor nivel de desarrollo tecnológico en comparación con los LEDs de luz blanca, ya que la demanda de la industria en este aspecto es menor.
En última instancia, comprender y abordar adecuadamente estas alteraciones espectrales nos permite optimizar la calidad de la luz en los espacios interiores, mejorando la experiencia visual y el rendimiento de las actividades realizadas en ellos.