Del fuego de las velas al concepto artístico de «The Venice Venice Hotel»

 El impacto sutil y discreto de la iluminación, permite potenciar y enfatizar la luz natural que penetra en las instalaciones del hotel. 

Año2022
ClienteNoah SRL
Proyecto arquitecturalNew Work City
Studio Apml Architetti Pedron/ La Tegola
Proyecto de iluminaciónNew Work City
Studio Apml Architetti Pedron/ La Tegola
Diseño de interioresNew Work City
FotógrafoAlessandra Chemollo

The Venice Venice Hotel es el palacio de piedra más antiguo de Venecia, cuyo diseño es un auténtico ejemplo de la fachada estilo veneciano-bizantino. Dicho proyecto es el resultado de la restauración de Ca’ da Mosto, que alberga mil años de historia, pues es el primer palacio que se construyó a las orillas del Gran Canal, y el edificio fue certificado como hotel en el siglo XVIII. 

Postvenezianità es el concepto del proyecto The Venice Venice Hotel en Venecia, Italia, por parte de  los fundadores de la marca de moda Golden Goose, Alessandro y Francesca Gallo. El proyecto conlleva aspectos que dieron vida al “Manifiesto de Postvenezianità”, que consiste de manera audaz y acrítica, el paso del anclaje de Venecia al pasado, mejorando y enfatizando el juego que interpreta la vanguardia a lo largo de los siglos en la ciudad. Por consiguiente, el símbolo para el proyecto es una rosa, homenajeando a la belleza, al amor eterno y las promesas inquebrantables. 

Se destinó a un equipo interno llamado New Work City (NWC), dirigido por el propio Alessandro Gallo y contando con el apoyo del estudio APML de Alessandro Pedron. Los espacios se distribuyeron para diversas funciones, como comercio minorista, exhibición y catering. Cuenta con 44 habitaciones que son todas tan únicas en términos de tamaño, altura y variedad de vistas (van desde los 25 a los 200 m2), y se incorporó el uso de materiales preciosos para la recuperación de los antiguos suelos originales y las vigas de madera. 

También, se utilizaron ladrillos, piedra de Istria, telas y tapices, mármol cipolino y traquita, de acorde al diseño de objetos contemporáneos específicos que demuestran las marcas del tiempo por venir. Por lo que, cada material se convirtió en parte de un flujo continuo de vida que inevitablemente conduce al desgaste.

En cuanto al diseño de iluminación, hay un claro enfoque en las fachadas, los accesorios y las vistas. Todo el sistema se guió por la sensibilidad y la atención al detalle, con el objetivo de conseguir un equilibrio continuo entre la luz natural, la iluminación general y la iluminación decorativa.

La intención del arquitecto y del equipo interno fue hacer “desaparecer” la iluminación artificial general, procurando que su presencia fuera mínima y en armonía con el contexto del edificio. Por lo tanto, se seleccionaron luminarias completamente neutras, casi invisibles, dado que el proyecto requería específicamente que las lámparas no se vieran.

En los espacios nuevos del proyecto, la mayoría de las luminarias se empotraron en los techos de cartón y yeso. Mientras que, en los que no estaba permitido por la decoración de los techos que debían ser conservados, se instalaron focos y elementos exteriores. El enfoque diametralmente opuesto para los sistemas de iluminación decorativa, se eligió para garantizar que se percibieran como una presencia deliberada con formas originales y específicamente diseñadas.

iGuzzini ha ayudado a la creación de la atmósfera iluminada, proporcionando luminarias ideales para cada aplicación individual. Cada accesorio, es, de alguna manera, un producto personalizado. Se utilizaron dos tipos de luminarias: Laser Blade y Palco mini LV. Asimismo se diseñó otra fuente de luz, denominada “Vela digital”, que se adaptó a diversas luminarias, al colocarla sobre placas de metal; insertándola dentro de un vidrio soplado con formas que cambian constantemente; o usándola como una lámpara de mesa con pantallas de tela.

La temperatura de color elegida de 2700K hace alusión a las llamas de las velas, el fuego y la luz de las antorchas. La idea era recrear la luz de un antiguo monasterio. Los niveles de iluminación rondan los 100 luxes principales.

El espacio Venice M’Art en la planta baja del antiguo palacio, interactúa de manera significativa con la ciudad. Ya que funge como cafetería, restaurante y concept store, todo en uno, ofreciéndole al distrito de Cannaregio, un nuevo lugar de encuentro y un emporio posveneciano en el sotoportego del ferry Ca’da Mostró.

El espacio cuenta con un riel Superrail con luminarias Palco  ⌀ 19 mm y Laser Blade, que crean una luz extremadamente suave que se modera según sea necesario. En la concept store, las luminarias garantizan una excelente iluminación vertical de las pareces en las que se exponen los artículos en venta.

El vestíbulo de la entrada, directamente con vistas al Gran Canal, ha sido diseñado como un homenaje a Carlo Scarpa. Sin olvidar la escultura de Fabio Viale, que reinventó la Pietà, separando y distanciando a la Virgen y al Cristo, iluminados con una precisión de museo.

Tanto en el interior de las habitaciones como en las zonas comunes del hotel, hay numerosas obras de arte, tal y como el maravilloso tapiz de Francesco Simeti en las paredes del bar del primer piso, las obras de Pol Polloniato e Igor Mitoraj, y también, fotografías de Renato D’Agostin. Se han dedicado áreas enteras a movimientos artísticos como Fluxes y Visual Poetru. Mientras que otros acogen y representan el Arte Popera con las obras de Jannis Kounellis, Zorio, Fabro y Boetti; sin olvidar el arte conceptual y la gran instalación de Hanne Darboven, con una arquitectura radical desde Superstudio hasta Gruppo 9999. Una habitación está dedicada al Ciclo de Manos del artista austriaco Arnulf Rainer.  

Las habitaciones son los espacios en donde se vuelve más evidente el producto especial, desarrollado por iGuzzini, que sigue las indicaciones del arquitecto Pedron y Alessandro Gallo. Cuenta con LED de 1W colocado dentro de un pequeño cuerpo de lámpara de latón que posteriormente se adaptó de varias formas para cumplir con los requisitos de la iluminación del hotel.

En las plantas superiores hay varias zonas comunes, como los dos salones de doble altura y el Bitter Bar, que se diseñaron específicamente para ofrecer la máxima flexibilidad de su uso. Para estos espacios, iGuzzini ideó una distribución de luminarias en “malla” para satisfacer las necesidades específicas del cliente. El sistema se adapta a cualquier uso específico, y es eficaz en entornos irregulares con diferentes alturas, entreplantas y mobiliario personalizado.

El mismo enfoque respetuoso y no invasivo se aplicó al sistema de iluminación exterior. La luz evoca y desarrolla el destello proveniente de la iluminación tipo vela del interior de las habitaciones, obtenida al colocar el perfil de aluminio con el LED de 1W en el marco de la ventana de la fachada que da al Gran Canal.

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