Desde antes de su inauguración, Skalar atrajo la atención del público mexicano y por la expectativa creada también de la comunidad de iluminación, la cual por cierto emitió opiniones a favor y en contra. Iluminet fue de los primeros medios que acudió al evento e hizo reseña del mismo, pero por los comentarios generados decidimos presenciarlo Diana y yo para comprobar por qué el impacto en los asistentes.
La presentación es efectivamente deslumbrante, disfrutamos del espectáculo al que catalogamos como imperdible. Fue una noche de buena fortuna, pues pudimos saludar a Marco Diaz (praxis-mx) uno de los programadores de iluminación mas importantes en México. Y para mejor suerte encontramos a Martin Kuhn, productor de Skalar, quien al final del evento tuvo la mejor disposición de platicar con nosotros.
En primera instancia preguntamos, en colaboración con Marco y todo su conocimiento técnico, qué consola usaron para crear Skalar.
La respuesta de Martin fue que no usaron consola, por decisión del artista multimedia Christopher Bauder, debido a que es un espectáculo generativo, no pre-programado con un time-code o algún mecanismo similar. Aquí el sonido guía las luces, es ambiental, normalmente se usan “cues” y se tocan con time-code. La música avanza y las luces la siguen. Así es como se vuelve generativo, solo se determinan algunos parámetros y algoritmos antes. Los cambios en colores, la velocidad, todo es causado por la música, que hace que diversos elementos se conecten a través de algoritmos.
“Es un sistema complicado. Cuando la música es diferente el show cambia de acuerdo a ciertos patrones. En este show hubo 8 diferentes y cada uno tiene un “look” y el cómo se desarrolla es lo que cambia; el número de luces que se encienden y el timming es guiado por la música y cómo se desarrolla, pues puede ser más fuerte o leve, más rápida en una parte o más intensa en otra, como para estar bailando en un club, y en otras es contemplativa y suave. Cada patrón tiene su nombre, por ejemplo, este que tenemos ahora encendido se llama “Kandinsky” el final se llama “the Sun”. Todos tienen un aspecto similar, pero el cómo cambian las luces, el ritmo y el movimiento es detonado por la música.
[box] Martin Kuhn, nacido en Alemania, ha desarrollado su trabajo profesional en el diseño de iluminación de espectáculos y conciertos, así como en proyectos arquitectónicos[/box]
Marco: Entonces, ¿si va con el audio podrías programa todo con un software como Madrix?
Martin: Sí se podría con Madrix, pero lo que realizamos nosotros es mas complicado porque los espejos tienen que ser controlados con otro programa y las luces se tienen que “trakear” (enlazar) entre si. Cada espejo (son 60) esta colgado de tres puntos de los elevadores (son 180), además de 90 luces puntuales; se le puede decir a cada proyector que vaya hacia cualquier espejo que tiene movimiento. Entonces esto va mucho mas allá de lo que suele programarse con un software normal de luces, es más complejo por los elevadores, las luces y los ángulos.
Luis Juan: ¿Cual es el reto principal para hacer esto con las luces y los espejos?
Martin: Poner todos los elementos en la posición precisa, lo que se convierte en un gran rompecabezas en tercera dimensión donde tenemos que saber exactamente la ubicación de cada luz y cada espejo en todo momento. Por ejemplo, si la luz esta completamente plana o un poco inclinada no estará 100% precisa y no va a dar al espejo. Nos tomo 2 noches completas solamente alinear para tener absoluta precisión, de otra forma no lograríamos estos ángulos con perfección.
Luis Juan: Me encantó el final del show con las luces amarillas sobre el espejo central, fue muy emotivo. ¿Así lo programaron o cambiaron algo para el gran final que vimos esta noche?
Martin: La idea atrás de esto son las emociones humanas, como miedo, alegría, entre otras, y hay patrones que apelan a emociones diferentes que son difíciles de describir. Yo no soy el artista, pero cada escena es como un movimiento diferente de un obra musical, por ejemplo, el patrón del final es una sensación que provoca un ahhh en la gente que lo relaciona con el Sol y es muy importante porque todos lo aman. Es muy diferente a otras escenas del mismo show.
[box] Martin alterna su residencia entre Berlin y la CDMX, lo que permite conocer la sensibilidad del público mexicano, pues además ha impartido conferencias como parte del plan de estudios de la especialización de diseño de iluminación arquitectónica de la UNAM[/box]
Diana: ¿Te gusta que la gente permanezca sentada o prefieres que se mueva o baile?
Martin: ¡De verdad que cada quien puede hacer lo que quiera aquí! Ayer unas personas tenían sexo allá al fondo y hace 2 días tuvimos a una mujer que hacia yoga, completamente inmersa. La gente puede venir con copas o hacer lo que quiera. Los shows normales duran unos 45 minutos porque luego la presentación comienza a repetirse. Pueden venir niños y familias completas, pero la idea es que la gente permanezca aquí. Hay personas que se quedan por 5 horas y el promedio de permanencia de la gente es de casi 3 horas. Es un espacio al que puedes venir a relajarte, de hecho vamos a tener 200 tapetes de yoga para los asistentes.
Por Luis Juan López Barreiro
Coincido con Ustedes, un imperdible!! Saludos