El festival de las Luces de Lyon, Francia, tiene su origen en la expresión de gratitud hacia la Virgen María el día 8 de diciembre de cada año. Son más de 4 millones de turistas los que visitan la ciudad, del 6 al 9 de diciembre, para este evento, los puntos focales son comúnmente la Basílica de Fourvière y la Place des Terreaux, que aloja diversos shows lumínicos.
Andrea Nieto Camarena comparte con nosotros su experiencia en la Fête des Lumières durante su estancia de estudios en Francia:
Cuando llegué a Lyon, me di cuenta de la diversidad cultural de la ciudad, cada quien vive su propia religión y sus propias costumbres, pero en diciembre, la ciudad se ilumina con un enorme letrero: “Merci Marie”.
Cada año Lyon recibe millones de visitantes, quienes esperan disfrutar un espectáculo de luces. Este año, el programa contaba con aproximadamente 60 puntos de luz, cada uno diferente y único, y al caminar por las calles, era inevitable encontrarse con un bello acto que duraría tan solo cuatro días.
A pesar de la lluvia del viernes, la gente se amontonaba para ver los edificios de la “Place de Terreaux”, una hermosa plaza detrás del Hôtel de Ville de la ciudad, un imponente edificio del siglo XVII. El espectáculo era protagonizado por varios actores que interactuaban con el edificio, ya fuera “quitando” partes de éste, o dibujando su silueta con infinidad de colores. Al final de la presentación, varios de los actores salen corriendo con un par de letreros y una escalera, la gente aguarda, y al finalizar, los letreros de luz indican la dirección de salida de la plaza; un concepto original, donde el mismo show ayuda en la logística del evento.
Desde casi cualquier parte de la cuidad se podía ver la Basílica junto al letrero dedicado a la virgen; desde las ocho de la noche, distintos diseños y colores la iluminaban. Al acercarme al río Saona, y ver la corriente ir más rápido de lo que jamás la había visto, gracias al viento, pude percatarme de que la catedral hacía un juego de luces que coincidía en ciertas ocasiones con la Basílica. Cada diseño distinto, cada uno con una gama de colores impresionante, podía estar observándola durante más de diez minutos y nuevos dibujos me sorprendían.
A pesar de todos los disturbios en el transporte público que vivimos gracias a la huelga de los trabajadores, los asistentes nos las ingeniamos para movernos a través de la ciudad, con tal de gozar del evento; miles de personas empujándose, quejándose y amontonándose en los pocos transportes que había, o decidiendo seguir a pie para moverse con mayor facilidad, ya que muchas calles en el centro de Lyon, fueron cerradas para uso peatonal exclusivamente.
El sábado, 8 de diciembre, los lyoneses que creen en la tradición, y uno que otro estudiante de intercambio o residente temporal, colocaron velas en sus ventanas y más de cuatro millones de turistas pudimos disfrutar de esta costumbre anual.
Junto a la Ópera, en la plaza Louis Pradel, la luz cambiaba constantemente de color; numerosas lámparas alumbraban el lugar, mostrando tonalidades distintas de forma coordinada a los espectadores, cada combinación de color era hermosa, y la multitud amontonada soportaba el frío para poder disfrutar el espectáculo y tomarse una que otra foto.
El Festival de las Luces, o Fête des Lumières, es un espectáculo impresionante, que tanto yo como mis compañeros de intercambio: españoles, alemanes, estadounidenses, entre otras nacionalidades, sin duda disfrutaremos otra vez en alguna visita a la ciudad que nos ha acogido tan calurosa y brillantemente.
muchas gracias por enviarme esta informas ion que tengan una feliz navidad son los mas mejores deseos