Human Centric Lighting, ¿qué hay detrás de esta importante tendencia del diseño de iluminación?

Karolina Zielinska reflexiona acerca del porqué el diseño de iluminación saludable se está convirtiendo en una importante cuestión ética que necesita ser resuelta.

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Karolina M. Zielinska Dabkowska es arquitecta acreditada RIBA y diseñadora de iluminación galardonada. Es profesora asistente en la Facultad de Arquitectura, Universidad Técnica de Gdansk en Polonia; y co-fundadora de GUT LightLab, en donde lidera un equipo de investigación en varios aspectos de la luz y la iluminación en la construcción de ambientes. Karolina participa activamente en el trabajo de organizaciones internacionales como la International Association of Lighting Designers (IALD),  Illuminating Engineering Society (IES), y International Dark-Sky Association (IDA), donde ofrece una guía hacia una mejor práctica de la iluminación nocturna en espacios públicos y ambientes naturales. Ha participado en numerosas conferencias internacionales y ha colaborado en publicaciones a nivel nacional e internacional. 

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Acerca de Human Centric Lighting (HCL) se ha hablado mucho, e incluso el concepto ha sido presentado en diversos foros y plataformas como el desarrollo más importante en lo que se refiere al diseño de iluminación. Sin embargo, no debemos olvidar que en el afán por imitar la luz solar, los objetivos de la HCL han aumentado en complejidad, y por tal razón también el tema está derivando en una importante cuestión ética que necesita ser resuelta por los profesionales de la iluminación. 

En este contexto, el año pasado la revista arc lighting in architecture realizó un panel de discusión titulado: “Human Centric Lighting the new X factor?” encabezado por la Dr. Karolina Zielinska-Dabkowska, y con la participación de Mark Ridler, director de iluminación en BDP, Rebeca Weir, directora creativa de iluminación en Light iQ, Stephen Lisk, presidente de CIBSE, y Lain Carlile, presidente de SLL.

Tras el panel la doctora Zielinska ofrece algunas reflexiones en torno a los aspectos que conocemos y los que no conocemos de Human Centric Lighting en un artículo publicado originalmente en arc lighting in architecture.

A continuación presentamos una síntesis de dicha publicación, para descargar el texto original (en inglés) puede accederse desde el siguiente link: 

Zielinska- Dabkowska, K. 2019. Human Centric Lighting: The new X factor? arc lighting in architecture. Feb/mar 2019 (108). págs. 81-86 Referido desde: www.arc-magazine.com 

¿A qué se refiere el concepto Human Centric Lighting? 

La iluminación enfocada en el ser humano (HCL en inglés) es definida por LightingEurope como un tipo de iluminación que “tiene como base la salud, el bienestar y el adecuado desempeño de las actividades humanas a través de la combinación de los beneficios visuales, biológicos y emocionales que puede aportar la luz”. Este tipo de iluminación se consigue atenuando y realizando cambios la Temperatura de Color Correlacionada (CCT) en una fuente de iluminación inteligente (por lo general un dispositivo con tecnología LED) para poder mimetizar los niveles apropiados de irradiancia y espectro de la luz solar a lo largo del día. Pero, ¿cómo puede conseguirse lo anterior de manera satisfactoria cuando de hecho la luz del día cambia constantemente? Y más aún, ¿cómo podemos afirmar con seguridad que puede replicarse la luz diurna, la luz del sol, y de tal manera proporcionar a los usuarios los beneficios de ésta, si no se toman en consideración todos sus componentes: como la intensidad de la luz, temporalidad, duración, distribución espectral de energía, irradiancia, el ángulo del cual proviene la luz e incluso la variación de la luz a lo largo las estaciones del año? 

Debido a lo anterior, para Karolina Zielinska, en cuanto a la HCL en primer lugar es mandatorio hacer precisiones que de boca de los expertos resulten útiles para el usuario; y luego, para los diseñadores, tal como señala la académica: “es necesario desprendernos de promesas que fabricantes y diseñadores hacemos de manera deliberada, debido a la falta de conocimiento que aún existe en torno a los efectos de la misma [iluminación] en el ser humano”. Por lo tanto, sostiene la experta, “No podemos desarrollar una human centric lighting hasta que conozcamos del todo el impacto que la iluminación diurna y nocturna tienen en la biología del hombre”. 

Por eso, y con el propósito de acercarnos a un desarrollo responsable de HCL es necesario profundizar en el conocimiento de la luz y sus efectos en el hombre, y para ello las preguntas que la experta propone son: ¿qué tan complejo es mimetizar la luz natural?, y más allá de realizar las investigaciones correspondientes, se trata de identificar cuáles son las medidas a tomar para poder implementar una iluminación de manera segura y efectiva. 

¿Cómo manejar entonces el concepto de HCL?

El diseño de iluminación responsable y con enfoque en la salud es constantemente presentado con nuevas métricas: factor de acción circadiano, sensitividad melanópica, índice de supresión de melatonina, luz circadiana, etc… pero éstas, sin un tratamiento apropiado en el que se consideren factores como distintos rangos de edad de las personas, sexo y sensibilidad a la iluminación artificial LED, todas las métricas estarían basadas en suposiciones. 

En palabras de la académica: “el término iluminación circadiana es un oxímoron”, por lo tanto convendría establecer una terminología más precisa para describir lo que diseñadores, fabricantes, y en general, los profesionales de la iluminación, están haciendo con la iluminación artificial. 

Para zanjar esta carencia la académica propone un nuevo termino: Research Informed Human Light (RIHL), que describiría de manera más precisa los beneficios reales que la iluminación artificial puede proporcionar a los seres humanos a través del diseño de iluminación y con base en conocimientos sólidos y investigación. 

Este tipo de iluminación seguiría los patrones y propiedades naturales del día y la noche. Durante el día, con un máximo aprovechamiento de la luz natural y utilizando iluminación artificial sólo en aquellos lugares en los que la luz natural sea insuficiente para la correcta realización de las actividades diarias. Esta luz, de un espectro continuo y más brillante en comparación con la luz natural de las primeras horas de la tarde, debería ser por regla de un blanco cálido y con una temperatura de color por debajo de los 3000K; además de mantener los espectros de azul en lo mínimo posible. 

Por otro lado, durante la noche lo ideal sería conservar la iluminación artificial al mínimo, con la recomendación de que tenga un espectro más amplio que 600nm (en colores ámbar o color rojo). E idealmente, que todas las fuentes de luz durante la noche provengan de forma indirecta, de preferencia posicionadas a un nivel inferior, libres de flicker y atenuables. 

El desafío para los diseñadores de iluminación:

Los diseñadores de iluminación suelen hacer promesas, ya sean sobre los luminarios o el control de fabricación, con base en pretensiones de que “la Human Centric Lighting puede llegar a resolver toda clase de problemas”, sin embargo la mayoría de las veces estas promesas carecen del entendimiento y conocimiento de todas la complejidades que el tema supone. Y con frecuencia lo anterior puede generar discrepancia entre las expectativas del cliente y las prácticas profesionales del diseñador de iluminación que realmente pueden “resolver problemas” con el sustento de un conocimiento científico.  

Para Karolina Zielinska es importante que los profesionales de la iluminación reconozcan que el conocimientos de los efectos que tiene la iluminación en la salud y bienestar del ser humano, basado en investigaciones recientes hoy se encuentra todavía muy lejos de ser del todo dominado, y en consecuencia es necesario aceptar extender la discusión al respecto, pues realizar una práctica responsable del manejo de la luz artificial debe realizarse desde la colaboración entre profesionales, encaminada a reconocer los principales problemas en cada aspecto de la iluminación. 

Fuente:

Zielinska- Dabkowska, K. 2019. Human Centric Lighting: The new X factor? arc lighting in architecture. Feb/mar 2019 (108). págs. 81-86


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