La luz y el sonido son fenómenos relacionados con energía que podemos percibir y con los que interactuámos cada día, incidiendo de manera importante en la forma en que desarrollamos nuestras actividades en un espacio.
Desde hace algunos años los sistemas de iluminación y audio se integran en un diseño arquitectónico o de interiores, y para realizarlo de manera óptima se requiere la colaboración de especialistas en cada una de las ramas, diseño de iluminación e ingeniería de audio.

Iluminación y sonido comparten varias características que abrieron la posibilidad de diseñar luminarias con materiales que mejoran el comportamiento acústico de un espacio.
Pero antes de hablar de ello, vale la pena recordar sus similitudes. La luz es una radiación electromagnética que se propaga ondulatoriamente, mientras que el sonido es la propagación de ondas mecánicas originadas por la vibración de un cuerpo a través de un fluido o un medio elástico. En ambos fenómenos existen rangos perceptibles e imperceptibles para las personas.
En el caso del sonido podemos escuchar un rango entre 20 y 20,000 hercios, y el espectro de luz visible se encuentra entre los 400 y 700 nm.








Como sucede con el diseño de iluminación, existen parámetros que determinan si un sonido es contaminante o no, así como su calidad.
De acuerdo a la OMS, cualquier sonido que supere los 65 decibelios (dB) es considerado ruido, al superar los 75 dB es dañino y desde los 120 dB es doloroso. Para reducirlo o mitigarlo, en lugares como oficinas, salas de junta o espacios de relajación, es posible implementar un sistema de aislamiento acústico, que abarca desde paneles fabricados con materiales termo-acústicos hasta equipos para generar ruido blanco.
Actualmente, la mayoría de los sistemas de automatización permiten la integración de dispositivos de audio, iluminación y persianas, con ello las escenas programadas ofrecen mayor confort a los usuarios.




Para retomar las luminarias fabricadas con materiales acústicos, debemos tener en cuenta el concepto acondicionamiento acústico que, a diferencia del aislamiento, resuelve los problemas acústicos por ruidos generados desde el interior de un espacio, ya sea por maquinaria, instrumentos o voces, con la finalidad de obtener un ambiente sonoro en función de la actividad que se desarrolla, puede ser con materiales aislantes o absorbentes, entre otras técnicas y tratamientos.
Es aquí cuando varios fabricantes han aprovechado la oportunidad para diseñar productos fabricados con materiales fonoabsorbentes, los cuales suelen ser utilizados por su capacidad de absorber la mayor parte de onda sonora, por lo que evita rebotes indeseados en el ambiente.
Algunos materiales fonoabsorbentes utilizados para aislamiento son espuma de poliuretano, lana de vidrio o roca, yeso laminado, madera o tableros aglomerados. Luminarias como Light Shed de iGuzzini implementa este tipo de acabados en sus productos.




También se han utilizado materiales reciclados como corcho de botella de vidrio y fieltro de pet, como en la luminaria Stormbell 80 de Lamp.




Sin embargo, estos no son los únicos diseños que existen en el mercado. Los hay de diversas características y para cualquier tipo de aplicación, desde equipos básicos para uso residencial hasta profesionales para uso en oficinas o estudios de grabación.
Un diseño adecuado debe considerar luz y sonido para ofrecer ambientes para las actividades que se desarrollarán en el espacio, ya sea a través de un sistema de automatización que integre audio e iluminación o mediante aislamiento acústico apoyado en luminarias fonoabsorbentes. Siempre teniendo en cuenta la importancia incorporar especialistas en cada una de las áreas.