El diseño de iluminación es exitoso cuando se vuelve parte del tejido arquitectónico: Javier Ten

15 años respaldan la trayectoria de Ten, quien confiesa haber entrado al mundo de la iluminación «un poco por accidente»

Con más de 15 años de experiencia, el diseñador de iluminación Javier Ten encabeza ArtenLuz. Ha ejecutado diversos proyectos dentro y fuera de México que van desde lo residencial hasta lo corporativo, pasando por la iluminación de paisaje y la hotelería, proyectos que le han dado gran prestigio y reconocimiento profesional. Javier Ten está certificado por el National Council on Qualifications for the Lighting Professions (NCQLP), ha participado como conferencista invitado en eventos de IALD y de IES. Hace unos días hablamos con él acerca de sus inicios en esta disciplina, los retos que ha afrontado, y su filosofía de trabajo:

Iluminet: ¿Cómo iniciaste en el diseño de iluminación?

Javier Ten: Un poco por accidente. Cuando me empezó a interesar la iluminación, en México no existía como profesión reconocida. Quienes resolvían la iluminación eran los ingenieros eléctricos, los fabricantes y los vendedores. Habiendo trabajado en despachos de arquitectos, mi enfoque era de “todólogo”; en algún momento te tocaba hacer un planteamiento de iluminación y lo hacías porque tenías que hacerlo pero sin mucha noción, nada iba más allá de la experiencia y la fórmula del despacho para el que trabajabas, en otras ocasiones simplemente se le delegaba al ingeniero eléctrico que proponía soluciones funcionales.

En una ocasión, cuando trabajaba para Legorreta Arquitectos, participé en el proyecto de un museo de innovación tecnológica en San José, California; sabemos que en Estados Unidos cualquier proyecto involucra a muchos más especialistas y fue la primera vez que me tocó ver un equipo multidisciplinario, nunca me había tocado ver que un solo despacho se dedicara al diseño de la iluminación y con la suerte de que era uno de las mejores firmas de aquel país, el equipo de Fisher Marantz Stone.  Ahí conocí a Charles Stone y a Enrique García y ahí me quedó implantada la inquietud. Después hubo un diplomado en la UNAM y más adelante a mi esposa le dieron una beca para estudiar en Estados Unidos y toqué la puerta de Charles Stone y Enrique García, tenía mucho interés en explorar este camino de manera profesional y ellos me recibieron en su estudio de Nueva York.

Con el día a día aprendes cosas nuevas, pero pensé que podía adquirir los conocimientos con experiencia en diez años, o tener unas bases más sólidas con una maestría. Ya había escuchado del Lighting Research Center y mandé mi solicitud que fue aceptada. El programa era único; algunos fabricantes tenían sus laboratorios y David Di Laura tenía su programa en Colorado, pero no existía un centro especializado en iluminación. Personalidades como Howard Brandston encabezaban el programa académico del LRC. Lo que me gustó fue que me expuso no sólo a los aspectos de diseño, que ya tenía un poco de experiencia, sino que en el LRC el programa tenía mucho peso el aspecto técnico y científico, creo que esto me ayudó a tener una visión más completa de la iluminación, que no solo es diseño, hay muchos factores que debes considerar y que van más allá de lo estético. Ahí estuve expuesto a la parte científica, de psicología humana, de fisiología; haber tenido que diseñar experimentos, desarrollar hipótesis, probarlas y llegar a conclusiones me dio una estructura mental y una disciplina que me ha servido para resolver los retos de diseño.

Iluminet: ¿Cómo fue el proceso de emprender tu propio despacho?

Javier Ten: Terminé la maestría en el LRC y regresé otros dos años a FMS con otra visión, con conocimiento de causa, entendiendo el por qué de las cosas. Esta fue una etapa muy diferente para mi, el antes y el después de la maestría. Pude contribuir más, ya no estaba tan a ciegas, porque una cosa es que tu jefe te diga hazlo así y otra cuando ya puedes sugerir… fue algo muy enriquecedor. Después decidimos regresar a México luego de casi seis años en Estados Unidos y decidí abrir mi propio despacho, algo que sinceramente no fue fácil.

El estudio lo fundé en 2002 y desde entonces las cosas han cambiado mucho; en uno de los viajes que hice a México contacté a Luis Lozoya que fue muy generoso al compartirme sus experiencias, y ya con más idea de lo que enfrentaría “me aventé”. Tuve que tocar puertas. Era difícil conseguir que me recibieran, hablar de lo que quería hacer; llegar a proponerle a los arquitectos algo de lo que muchos no tenían ni idea, o ser cuestionado sobre el valor agregado a sus proyectos, no sabían qué era un diseñador de iluminación o por qué sería diferente a pasarle el trabajo al ingeniero eléctrico o al vendedor, y además tu les querías cobrar. Todo les parecía muy interesante hasta que les mandabas tu propuesta y muchos no estaban dispuestos a pagarlo.

Iluminet: ¿El LED ha ayudado o ha complicado el diseño de iluminación?

Javier Ten: Se multiplican las opciones, las empresas, todas llegan a tocar las puertas de los arquitectos y es donde nos convertimos en sus aliados. En mi experiencia, el cambio de estar en Nueva York, en un despacho en el que podía especificar prácticamente lo que quisiera, a una oferta más limitada en México, fue de lo que más trabajo me costó. Estamos hablando de 2002 y en México había muy pocas empresas, el país apenas salía de un proteccionismo de mercado. El TLC apenas agarraba fuerza y aparecían otras marcas, incluso las grandes empresas extranjeras ya existían pero no atendían a un diseñador de iluminación. Hoy cuántas marcas y empresas de iluminación no hay. Una cosa es que tu proyecto tenga el presupuesto para acceder a esas marcas, pero otra es que puedas llegar a ellas.

Iluminet: ¿Qué tipo de proyectos te gusta atender?

Javier Ten: Como diseñador me gustan los proyectos que, en el mundo ideal, vienen de buenos arquitectos, porque sabes que hay más potencial de hacer algo que valga la pena. No es una cuestión elitista, sino que simplemente se abren las posibilidades. Cuando te enfrentas a un proyecto arquitectónico o de diseño de interiores mal resuelto es muy difícil llegar a las soluciones, algo que no pasa con los buenos despachos: todo cuadra, hay un buen concepto, hay un buen diseño, los espacios están bien resueltos, es más fácil resolver.

Iluminación del Teatro Julio Castillo. Ciudad de México.

Iluminet: ¿Cuáles son tus claves para el trabajo con el arquitecto?

Javier Ten: Hay egos de parte de los arquitectos pero también entre los diseñadores de iluminación. Una cosa que aprendí al trabajar en Estados Unidos es que los proyectos exitosos son aquellos en los que se trabaja como equipo.

Hablando del ego, la iluminación no puede ser el protagonista todo el tiempo. En algunos proyectos tal vez, como en un show multimedia o una fachada para los festivales de luz, ahí si, pero en el quehacer diario la luz está para servir a la arquitectura, para realzar el diseño arquitectónico, para complementarlo, para que sea más, para ayudarla en esas otras doce horas a ser tan atractiva como en el día; darle vida. Si la quieres hacer protagonista, no creo que el arquitecto ni el usuario lo agradezcan porque caería en una exageración.

El diseño de iluminación es exitoso cuando se vuelve parte del tejido arquitectónico, cuando es parte del proyecto y hace que la gente se sienta bien, tal vez sin saber por qué. La iluminación bien resuelta es como el trabajo del hogar; si la gente llega a su casa y todo está sucio y tirado, sus ocupantes se van a quejar, pero si todo está ordenado, limpio y en su lugar todo mundo se siente bien.

Es más exitoso si la gente llega a un espacio y todo mundo comenta que se a gusto, que el edificio está bonito, qué padre restaurante, me siento productivo, me encanta mi lugar de trabajo…y no comenta sobre la iluminación, probablemente hiciste buen trabajo. Porque si está mal resuelto la gente hará comentarios negativos: está fuerte, está oscuro, me molestan los reflejos; la iluminación está para formar parte del tejido arquitectónico y si pasa desapercibida probablemente hiciste un buen trabajo.

Conoce más detalles del trabajo de Javier Ten aquí.

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