Por Luis Juan López Barreiro
Mientras escribo esta segunda entrada de la crónica no oficial del posgrado de Diseño de Iluminación, voy en camino a Mérida para los eventos de la Clausura del Año Internacional de la Luz. Los que siguen Iluminet o están pendientes de noticias, eventos y demás sobre iluminación seguro saben que el 2015 fue designado por la UNESCO como el Año Internacional de la Luz y las Tecnologías Relacionadas, lo que nos ha tenido muy ocupados, y qué bueno, cada vez más personas de profesiones e intereses diferentes están hablando de la luz.
Si pudiera definir por dónde fue el segundo fin de semana del posgrado (29 y 30 de enero), diría que dimos una vuelta a lo básico. El viernes con Jose Cardona tuvimos un repaso, necesario para muchos, de luminotecnia y para iniciar surgió la pregunta esperada: ¿qué es la luz?, en clase tardamos en responder y titubeamos, son de esas preguntas profundas que dan para el debate, seguro que ahora en la reunión de científicos y premios Nobel en Mérida será tema y se hablará de fotones, física cuántica, óptica, etc. pero por suerte en el posgrado no entramos en esas profundidades y Jose dio una definición sencilla y práctica: “La luz es una radiación electromagnética” y nos ilustró con la imagen del prisma de Newton y el espectro de color. Luego brincamos a otras definiciones como temperatura de color y su expresión en grados Kelvin, e indice de reproducción de color (IRC); conceptos muy diferentes pero que algunos llegan a confundir. Repasamos también otras definiciones como qué son los watts (o vatios como le dicen nuestros profesores españoles) y qué son los lúmenes, para llegar al famoso cálculo de eficiencia, expresados precisamente en el lumen x watt.




Ya entrados en el tema de la eficiencia pasamos a ver las fuentes de luz, repasamos las tradicionales incandescentes y halógenas, así como las fluorescentes y de descarga y nos detuvimos en las aplicaciones de algunos clásicos como los venerables bulbos A-19, o las lámparas MR16 y AR111, indispensables en su momento para iluminar en casa, en museos o en espacios comerciales; o las igualmente tradicionales lámparas de vapor de sodio para vialidades. El punto importante de este repaso es que hay que conocer las bases, aunque las fuentes tradicionales vayan de salida, antes de entrar a los LEDs.
Para el sábado tuvimos la visita del arq. Héctor López, experto en representación gráfica en arquitectura, o dicho de otra forma y más acorde con su estilo desenfadado, Hector es un buenazo para dibujar. Para él dibujar a mano es un arte que se ha ido perdiendo pero es una herramienta fundamental de artistas, arquitectos y diseñadores que da un mundo de posibilidades y hay que perderle el miedo. En su exposición dijo que los niños aprenden primero a dibujar antes que a hablar, que no nos de pena expresar ideas en trazos, no se trata de dibujar con perfecto realismo sino de comunicarnos. La sesión comenzó citando a Le Corbusier: «Yo prefiero el dibujo a hablar. El dibujo es más rápido y deja menos espacio para la mentira» .
Luego nos mostró algo de su portafolio de trabajo, estupendo por cierto y roló entre nosotros la bitácora de dibujo que lleva a todas partes. Para Héctor cuando dibujamos un objeto o un espacio es más fácil que se quede en nuestra memoria, dibujar nos hace ver con más detalle a diferencia de documentarlo con una fotografía, que es una vista automática.
Héctor es dinámico y práctico, así que antes de que nos diéramos cuenta repartió papel y plumones a cada uno para que, allí mismo y en pocos minutos, dibujáramos las propuestas conceptuales que hemos trabajado en clase. Tengo que confesar que lo mío no es el dibujo y peor estando entre mayoría de arquitectos y diseñadores, pero lo hice, y no me fue tan mal. Todos expusimos nuestros bocetos y el profesor nos dio su retroalimentación. Esta no será la ultima clase con Hector López, nos estará acompañando a o largo del posgrado, seguro nos vamos a divertir.
El sábado también estuvimos trabajando en la corrección de nuestras propuestas conceptuales del proyecto de “light art” que estamos preparando para el patio del Museo Arte Alameda para el festival Mextrópoli. Los diferentes equipos expusimos nuestras ideas, llevamos las primeras maquetas y dibujos y afinamos detalles. Algunos compañeros ya están aterrizando, otros, incluyendo mi equipo, donde hago mancuerna con mi compañera Lucía Narro, tuvimos que replantearnos varias cosas. Esta fase de concepto tendrá que estar ya amarrada para que en las próximas sesiones pasemos a los cálculos lumínicos y los detalles de construcción, a ver qué tal nos va.
Estoy terminado la crónica después de regresar de Mérida, donde además de la ceremonia de clausura y el programa de conferencias se llevó a cabo un programa cultural con intervenciones efímeras de luz en la ciudad. Las piezas que más me gustaron destacan pos su sencillez en el concepto, lo que las hace más claras y poderosas, dónde aplica la máxima de «menos es más”, sin duda una buena pista a tomar en cuenta para lo que estamos trabajando en el posgrado.