Lyon, además de ser la tercera ciudad más grande de Francia con 500,000 habitantes, es un referente en el tema de alumbrado público por su Plan Maestro de Iluminación, pero lo que hoy podemos tomar como ejemplo se ha construido durante más de 30 años, en los que el proyecto original ha tenido que adaptarse a las necesidades contemporáneas.
Antes de hablar en concreto de esta ciudad, podemos mencionar que un Plan Maestro de Iluminación es el conjunto de acciones, normas y recomendaciones técnicas, a partir de un análisis del estado actual de una población con la finalidad de orientar el diseño, gestión, mantenimiento del alumbrado público y objetivos en común, de acuerdo a la tecnología y necesidades existentes.
Si bien existen recomendaciones y asociaciones que trabajan por mejorar las condiciones de iluminación a nivel urbano, como LUCI (Lighting Urban Community International, red internacional de ciudades creada en 2002 por iniciativa de Lyon), cada ciudad o poblado debe establecer sus propios lineamientos y objetivos en función del análisis.
Plan Lumière, primera etapa
El Plan de Iluminación de Lyon (Plan Lumière) comenzó su primera etapa en 1989 y tuvo una duración de 15 años, aproximadamente. En el inicio se iluminaron fachadas, monumentos y edificios históricos teniendo en cuenta el efecto que la luz produciría en árboles, rocas, plantas, seres vivos y otros elementos naturales del entorno. A estas consideraciones se sumó que en 1998 la ciudad fue declarada por la UNESCO como Patrimonio Histórico de la Humanidad, lo que reforzó la atención internacional hacia Lyon.









El hecho de que la ciudad haya prestado atención al alumbrado público no es coincidencia, ya que su vínculo con la luz encuentra origen en tradiciones relacionadas con el Festival de las Luces de Lyon, como lo menciona el artículo Fête des lumières. Amar la belleza es ver la luz:
Las primeras huellas de la celebración como la conocemos se pueden rastrear a mediados del siglo XIX, cuando sus habitantes colocaban velas en recipientes de color en los alféizares de sus ventanas para celebrar la instalación de una estatua de la Virgen María.
[…]
De forma orgánica, Lyon siempre mantuvo presente que parte de su identidad como ciudad recae en su vínculo con la iluminación y al día de hoy continúa explorando sus alcances y sigue en constante descubrimiento
Pau Marín
Fue en 1999 que se llevó a cabo por primera vez Fête des lumières como hoy lo conocemos, uno de los primeros festivales de iluminación realizados en Europa y que no tendría el impacto actual sin el respaldo de un plan de iluminación, pues este tipo de proyectos tienen una repercusión política, artística y tecnológica.
Además, requiere del trabajo colaborativo entre actores privados, como empresas y fabricantes, y actores públicos, como los departamentos de alumbrado, economía, seguridad, turismo, entre otros. Desafortunadamente, existen algunas ciudades -la mayoría probablemente- que no cuentan con un departamento de iluminación o alumbrado público como lo tiene Lyon.
Plan Lumière, segunda fase
La segunda etapa, iniciada cerca de 2004, tuvo como prioridad el ahorro energético, que era un tema central a nivel mundial, por lo que la iluminación no solo tenía que embellecer, también debería ser respetuosa con el medioambiente y viable económicamente.
Entre los objetivos del Plan Maestro de Iluminación de Lyon revisado en 2005 se encuentra la implementación de alumbrado público centrado en los seres humanos, mediante la introducción de nuevas tecnologías que garanticen una iluminación coherente y armoniosa, que además reduzca el consumo de energía y la contaminación lumínica.
Además, en la segunda fase se buscó revalorizar espacios deteriorados, como se hizo en 2019, cuando se realizaron tres intervenciones en túneles y pasos subterráneos haciendo uso de luz y color, pero por ser una ciudad histórica, la aplicación de color debe realizarse de manera cuidadosa. Sin embargo, el acercamiento que tienen los habitantes de Lyon con la iluminación y el propio Plan Lumière les permite conocer cuál es la luz que conveniente en determinados espacios y momentos.












Actualmente, el Departamento de Iluminación Urbana de Lyon está trabajando en el desarrollo de una tercera etapa con nuevos objetivos, en conjunto con LUCI. Una de las prioridades para la ciudad es aplicar el concepto de temporalidad, es decir, gestionar el alumbrado público de manera que se adapte a los distintos momentos del día y necesidades de los ciudadanos.
Alrededor del mundo podemos encontrar algunos ejemplos de la planeación del alumbrado a nivel urbano y cómo aplicarla en distintas ciudades, ya sea a mayor o menor escala. LUCI, por ejemplo, se conforma de 70 ciudades que utilizan la luz como herramienta para el desarrollo social, cultural y económico.
En cualquiera de los casos, el análisis del lugar y contexto actual, así como involucrar a los ciudadanos, son algunos de los aspectos más importantes a considerar en la búsqueda de construir ciudades mejor iluminadas.
El ejemplo de Lyon nos muestra como las tradiciones permiten interactuar como comunidad, permean en nuestro actuar diario e influyen en la forma en aprendemos a percibir el mundo, y a través de ellas podemos generar cambios en las ciudades si se da el debido acompañamiento.
En temas de alumbrado público, es importante voltear a ver lo que ha realizado la ciudad de Lyon, donde una tradición fue el pretexto para generar un cambio en la forma en que los habitantes se relacionaban con la luz.
















Referencias:
¿Cómo se construye la cultura de la luz? – Lightingking
Lyon, la cara del diseño de iluminación de Francia para el mundo – Iluminet