James Turrell, un explorador de la luz

James Turrell, el reconocido arquitecto nacido en Los Ángeles, California, es conocido dentro de su círculo más cercano como uno de los grandes exploradores de las artes contemporáneas en el uso de la luz.

Su trabajo está inspirado en la exploración de la luz y el espacio con un toque de espiritualidad. El estilo de Turrell se acerca al Land Art que surgió como corriente durante la década de los sesenta, dicho estilo utiliza espacios naturales que son transformados por el artista. Esta corriente busca lugares que comúnmente se encuentran lejos del glamour de las galerías.

La arquitectura de Turrell invita a reflexionar a través de la luz

 

La luz es el elemento esencial de su arte, la propuesta arquitectónica envuelve al espectador en una ilusión pues su obra crea un espacio apto para la introspección a partir de espacios sencillos en los que la luz es el único protagonista.

Los admiradores de su obra se preguntan a dónde hay que mirar, las únicas formas existentes en sus creaciones son soportes por los que la luz -como actriz principal- se monta en el escenario. Sus obras son paisajes en los que no hay arriba ni abajo por lo que una fotografía de la obra de este artista puede ser vista desde cualquier ángulo, dejando espacio para infinidad de interpretaciones.

Turrell sorprende con sus creaciones, usa cualquier rincón para generar verdaderas obras de arte

 

La intención del trabajo de Turrell se enfoca hacia la generación de sensaciones espaciales de mayor profundidad. Una de las obras que podrían enmarcar sus inicios es la que realizó en el hotel Mendota, en California, cuando lo alquiló para convertirlo en su primer estudio realizó huecos en las paredes y techos, modificó las persianas e integró el resto del paisaje urbano para que también formara parte de su obra. Quienes observen ese trabajo comprenderán cómo este artista convierte la luz en un objeto de apreciación, obligando al público a experimentar con otra clase de percepción.

La que probablemente es su obra más importante se encuentra cerca del Gran Cañón y del Desierto de Arizona conocido como cráter Roden, un volcán extinto  que el artista ha ido transformando en un observatorio durante más de treinta años.

Los espacios abiertos del cráter conectan al espectador con el Universo

 

Cráter Roden, Arizona

 

Los trabajos de Turrell se inspiran en su fe cuáquera y se caracterizan por tener una presentación sencilla y estricta de lo sublime. El arte de Turrell requiere una mayor conciencia de sí mismo, a través de la contemplación en silencio, la paciencia y la meditación. Sus instalaciones resaltan las cualidades de la luz para comunicar sentimientos de trascendencia y lo divino. James Turrell es ganador de varios premios, tales como la beca Guggenheim y MacArthur.

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