Hoy, 26 abril de 2021, cumple 78 años de edad el galardonado con el Premio Pritzker 2009 Peter Zumthor, arquitecto que ha reflejado a través de sus edificios la forma en que ve el mundo. Y es que él mismo ha mencionado que la arquitectura no puede dejar de ser personal:
Si admito que el transcurso objetivo del proceso del proyecto se entrelaza, una y otra vez, con ideas subjetivas e irreflexivas, no hago más que reconocer la importancia que tiene el sentir personal en el proyecto.
Pensar la arquitectura, Peter Zumthor
Si bien los proyectos de Peter Zumthor destacan por muchos motivos, como su integración al contexto, la atención por el detalle, el trabajo artesanal, la materialidad o la atemporalidad, uno de los aspectos que resalta en su arquitectura es la creación de atmósferas, las cuales no serían concebidas de la misma forma sin la luz.
Primera etapa
Peter Zumthor nació en la ciudad de Basilea, Suiza, lugar donde comenzaría a generar sus recuerdos que, posteriormente, plasmaría en su obra.
Antes de comenzar en la arquitectura fue ebanista hasta los casi 20 años. Posteriormente estudió en la Escuela Alemana de Artes y Oficios, Kunstgewerbeschule, y el Instituto Pratt de Nueva York.
Tras concluir aquellos estudios fue contratado por el Departamento para la Conservación de Monumentos del cantón de Graubünden, Suiza, y en 1979 fundó su propio despacho en Haldenstein. Todo el conocimiento adquirido previamente, tanto en la academia como en la práctica artesanal, se sumarían al entendimiento arquitectónico que daría pie al trabajo que lo lleva a ganar el premio Pritzker.

Capilla San Benedicto (1988)
Una de sus primeras obras reconocidas fue la Capilla de San Benedicto, ubicada en el poblado de Sumvitg, proyecto que le fue encargado debido a que una avalancha destruyó la antigua capilla.
Inspirado en las casas locales, Peter Zumthor utilizó madera y tejas del mismo material de la zona. La luz penetra por un elemento que rodea a la capilla por la parte superior y se transforma durante el día, de la misma forma en que los materiales utilizados en muchas de sus obras van mostrando el paso del tiempo, lo que da a su arquitectura honestidad y atemporalidad, que fue parte de los requerimientos de los sacerdotes, quienes pidieron al arquitecto una edificación contemporánea y útil en el futuro.
Al interior solo existen los elementos necesarios para que el usuario enfoque su atención en la experiencia espiritual que el espacio ofrece, donde la luz es primordial.
El cuerpo del edificio resalta en la colina por su materialidad, mientras que su forma dinámica lo integra al lugar. Cada elemento de sus obras -luz, materiales, espacialidad y contexto- está dispuesto a conciencia, ya que de otra manera serían materiales sin ningún tipo de conexión.
“Los materiales pueden adquirir cualidades poéticas si se generan las pertinentes relaciones formales y de sentido en el propio objeto, pues los materiales no son de por sí poéticos”, Peter Zumthor, 1998
Capilla de San Benedicto. Foto: Urbipedia Capilla de San Benedicto. Foto: Urbipedia Capilla de San Benedicto. Foto: Urbipedia Capilla de San Benedicto. Foto: Felipe Camus Capilla de San Benedicto. Foto: Urbipedia Capilla de San Benedicto. Foto: Urbipedia
Termas de Vals (1996)
Algunos años más tarde, Peter Zumthor construyó el complejo termal en Vals, Suiza. Es importante mencionar que la crítica señala este proyecto como una síntesis de su pensamiento arquitectónico, mismo que sigue influenciando generaciones sin caer en la figura del arquistar.
Las Termas de Vals surgen de las montañas como un gran bloque de piedra que al interior se ilumina de forma cenital. Alojado dentro de un complejo hotelero existente y contempla spa, tienda, hotel, sauna, solarium, entre otros. Además, ha sido catalogada en múltiples ocasiones como su “obra maestra” por diversas razones, entre ellas por dar muestra que un concepto inicial o una imagen, como lo llama el arquitecto, puede ser llevado a la realidad constructiva.
Las atmósferas generadas dentro de las termas están determinadas, principalmente, por el agua, el vapor y la luz. Una vez más, su obra no es casualidad, sino una respuesta al contexto, necesidades y experiencias personales del arquitecto. Los ambientes diseñados para este proyecto surgen de intenciones iniciales plasmadas en dibujos, recalcando la importancia de la luz para Zumthor.
“Desarrollo mis dibujos buscando aquel punto delicado donde se hace perceptible la atmósfera deseada, sin que esta se desvíe por lo accidental”, Peter Zumthor, 1998.
Termas de Vals Termas de Vals. Foto: Sobrearquitecturas Termas de Vals. Foto: Urbipedia Termas de Vals. Foto: Urbipedia Termas de Vals. Foto: Urbipedia Termas de Vals. Foto: Sobrearquitecturas Termas de Vals. Foto: Sobrearquitecturas Termas de Vals. Foto: Sobrearquitecturas Termas de Vals. Foto: Fernando Guerra
Museo de Arte de Bregenz (1997)
Uno de los aspectos más conocidos de Peter Zumthor es que no realiza proyectos “de maquila”, si no que los trabaja durante varios años con la intención de construir espacios solucionados de manera precisa. Ha mencionado en repetidas ocasiones que no teme en comenzar desde cero el análisis después de un largo proceso, y prueba de ello es el proyecto Museo de Arte de Bregenz, Australia, el cual es resultado de un concurso realizado en 1989 culminado en 1997.
Como en cada proyecto, el arquitecto busca integrarse al contexto y resaltarlo, además presta especial atención en la volumetría y materialidad hacia el exterior. El edificio (ubicado a orillas del lago Constanza) está hecho de acero, cristal y una masa de concreto fundido que ofrece al interior una textura y composición espaciales. Desde el exterior, el edificio parece una lámpara, absorbe la cambiante luz del cielo o de la niebla del lago, refleja la luz y el color y da un indicio de su vida interna de acuerdo con el ángulo de visión, la luz del día y el tiempo».
También al interior, los materiales básicos constituyen los ambientes, producen una sensación de frialdad en las galerías, con la intención de dar cabida y realce a la obra de arte en el espacio.
Cuando la luz entra el concreto pulido parece desmaterializarse y diluirse, mientras que las galerías se bañan de iluminación. La fachada funge como piel y es un elemento rector del proyecto en cuanto temas de luz, ya que también los espacios de circulación, escaleras y pasillos, obtienen iluminación a través de los paneles de cristal grabados que la conforman.
Esta piel se realizó con placas de vidrio, material seleccionado después de varias pruebas en las que se concluyó que era la mejor opción al refractar la luz antes de entrar al edificio y la transmitirla de manera horizontal. No importa en qué dirección ingrese la luz, siempre se distribuye horizontalmente en el interior, por lo que se generaron cavidades encima de cada planta para captar la luz que entra por los cuatro costados de la construcción y desviarla hacia abajo en cada sala de exposiciones.
Gracias a la refracción de la luz, se crea un ambiente al interior, incluidos los pasillos, de iluminación natural, pese a que el edificio no tiene ventanas visibles.
“Intento asir con mis edificios aquello que me parece valioso, corrigiendo lo que estorba y volviendo a crear lo que nos falta ”, Peter Zumthor, 1998.
Museo de Arte de Bregenz Elementos de la fachada del Museo de Arte de Bregenz. Foto: Wikiarquitectura Museo de Arte de Bregenz. Foto: Wikiarquitectura Museo de Arte de Bregenz. Foto: Wikiarquitectura Museo de Arte de Bregenz. Sobrearquitecturas Museo de Arte de Bregenz. Foto: Urbanite Museo de Arte de Bregenz. Museo de Arte de Bregenz. Foto: Sobrearquitecturas
Museo Kolumba (1997-2000)
En la ciudad de Colonia, en Alemania, por encargo de la arquidiócesis local, el arquitecto suizo construyó el Museo Kolumba en el sitio donde se encontraban las ruinas de la antigua iglesia de Santa Columba, destruida durante la Segunda Guerra Mundial.
Enfatizando la historia y resaltando lo ocurrido en aquél lugar, Zumthor utilizó ladrillo gris para los elementos nuevos que se unirán con los fragmentos del antiguo recinto. Los ladrillos que reconstruyen las fachadas están dispuestos de manera que generen una serie de perforaciones para iluminar el interior del museo al interior de manera dinámica.
El museo, además de albergar una gran colección de arte, debía ser un espacio que invitara a la reflexión y un encuentro espiritual sin predisponer a los usuarios a una sola emoción, ya que lo importante de los ambientes para Peter Zumthor es que en cada espacio puedan producirse todo tipo de emociones.
A lo largo del recorrido, la luz sirve de guía para los usuarios hasta llegar al centro del proyecto, un jardín al interior rodeado por cuatro muros de la antigua iglesia que rematan hacia el cielo.
“Mediante mis obras no intento producir emociones específicas, sino dejar que las emociones se expandan”. Peter Zumthor
Museo Kolumba. Foto: Veit Landwehr Museo Kolumba. Foto: Luis Rodríguez Museo Kolumba. Foto: José Fernando Vázquez Museo Kolumba. Foto: José Fernando Vázquez Museo Kolumba. Foto: José Fernando Vázquez Museo Kolumba. Foto: José Fernando Vázquez
Capilla de campo Bruder Klaus (2007)
Poco antes de recibir el Premio Pritzker, Peter Zumthor diseñó una nueva capilla A 55 kilómetros de la ciudad de Colonia, misma que fue construida por los habitantes de la zona.
Al exterior, la capilla se envuelve en el entorno y simula ser un elemento rectangular, mientras que al interior se convierte en un contenedor triangular con una textura similar a troncos de árboles, resaltada por la luz proveniente del acceso y del óculo.
Para conseguir estos ambientes, texturas e iluminación, fue fundamental el proceso constructivo, ya que se conformó un tipi de 112 troncos de árbol sobre los que se colocaron varias capas de concreto y tras el proceso de fraguado se incendió la madera para dejar el resultado que hoy podemos observar.
Cada atmósfera generada al interior cambia según la hora y el día. Asimismo, está determinado por la abertura en la parte superior, ya que de ella ingresa luz, viento, lluvia o cualquier otro elemento en el ambiente.
“Siempre que pienso en edificios que me puedan ofrecer de un modo espontáneo y natural, situaciones espaciales que concuerdan con el lugar, el transcurso del día, mi actividad y mi estado de ánimo… imagino una arquitectura que ponga a mi disposición el espacio, que me deje habitar en ella”, Peter Zumthor, 1998.
Dibujo y proceso constructivo de la Capilla de Bruder Klaus. Fuente: Sobrearquitecturas Capilla de Bruder Klaus. Foto: Diedrica Capilla de Bruder Klaus. Foto: Aldo Amoretti Capilla de Bruder Klaus. Capilla de Bruder Klaus. Foto: Aldo Amoretti Capilla de Bruder Klaus. Capilla de Bruder Klaus. Foto: Aldo Amoretti
En la obra de Peter Zumthor es posible analizar cada componente, la luz, la materialidad, la espacialidad o el contexto, y detrás de cada uno de ellos se encontrará un motivo particular por el que se encuentra dispuesto de esa manera. Pero más allá de lo académico, debemos resaltar la forma en que construye imágenes desde sus recuerdos para crear arquitectura, la fantasía, como él la llama, y pasa de esa idea a una realidad constructiva sin que su trabajo deje de tener su esencia personal.
“Hacer arquitectura significa plantearse uno mismo preguntas, significa hallar, con el apoyo de los profesores, una respuesta propia mediante aproximaciones y movimientos circulares, una y otra vez.
La fuerza de un buen proyecto reside en nuestro interior y en nuestra capacidad de percibir el mundo con sentimiento y razón”.
Pensar la arquitectura, Peter Zumthor
Fuentes:
Pensar la arquitectura, Peter Zumthor
Peter Zumthor gana el Premio Pritzker
Atención al detalle. Capilla de San Benedicto
Museo Kolumba de Peter Zumthor
Capilla de Campo Bruder Klaus/Peter Zumthor
muy interesante el artículo. desde el punto de vista arquitectónico y lumínico. frases motivadoras. para la ejecución de proyectos. siempre es dicho y pensado que estos temas se refieren a una «ciencia y arte» y que están en nuestro interior. felicitaciones. gracias.