
El INAOE, Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica, es un centro de investigación del Conacyt ubicado en Cholula, Puebla. Posee entre sus equipos el Gran Telescopio Milimétrico, el observatorio de rayos gamma HAWC y lo que más nos interesa, el Laboratorio de Iluminación y Eficiencia Energética. Lleva más de 40 años de trayectoria con el propósito de contribuir con la investigación, innovación y difusión de la ciencia y la tecnología. Otra alternativa abierta al público son sus posgrados en astrofísica, óptica, electrónica, ciencias computacionales, ciencia y tecnología del espacio, entre otras.
En nuestra visita a Puebla, platicamos con el responsable del laboratorio de Iluminación, el ingeniero Humberto García Flores quien nos compartió el panorama general de sus actividades, particularmente sobre los servicios de ingeniería especializada, consultoría y capacitación que ofrece a fabricantes y diseñadores de sistemas de iluminación a través de las pruebas que realizan con su banco de ensayos y mediciones espectrofotométricas.
La construcción de estos bancos de ensayo tardó aproximadamente 18 meses. Algo que nos impresionó fue que la estimación para la inversión inicial iba a ser de 15 millones de pesos (aproximadamente 790 mil USD), no obstante solo se necesitaron 3.75 millones (casi 200 mil USD), suficientes para diseñar y construir con altos estándares los equipos necesarios para su funcionamiento, en lugar de adquirirlos de fabricantes extranjeros. Tras concluir la obra, se registraron 4 patentes ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial.
El laboratorio consta de cinco bancos de pruebas: el fotogoniómetro, una esfera integradora, un gabinete de ciclo de choque térmico, un banco de ciclo de conmutación y otro de sobretensiones, todos diseñados e integrados ahí mismo, incluyendo su respectivo software. Cabe señalar que en la región sureste del país, sólo hay dos laboratorios de iluminación, el de INAOE con alto nivel de equipamiento y el del Instituto Tecnológico de Puebla, el cual cuenta con un fotogoniómetro de brazo móvil de 1.2m y una esfera integradora para medición de lámparas pequeñas.
Al entrar a la cámara donde se hacen las pruebas del fotogoniómetro nos encontramos con una fosa de 4 metros de profundidad, los ingenieros nos comentaron que ese espacio lo adaptaron para que el brazo del equipo pudiera funcionar correctamente, también que el modelo fue diseñado e integrado por ellos mismos con excepción de un luxómetro.
Al accionar el fotogoniómetro pudimos observar cómo el software (diseñado por miembros del equipo) definía de forma instantánea las curvas fotométricas en la pantalla, pero al ser una demostración solo definieron una lectura de 10º aunque para una prueba formal se tiene que establecer cada 2º en promedio.
Terminada la muestra, pasamos a otro espacio donde se encontraban los demás equipos, inmediatamente llamó nuestra atención la enorme esfera integradora de 3 metros de diámetro, de nueva cuenta diseñada por ellos y fabricada en México. Nos comentaron que el equipo puede evaluar cualquier tipo de luminaria, también que el interior de la esfera tiene una reflectancia mayor del 80% lo que implica una mayor precisión en los resultados de la prueba.

Continuamos con el equipo de choque térmico que efectúa pruebas del impacto súbito de temperatura. Nos reiteraron que el diseño, la ingeniería y el software que permite el control y registro de la prueba fue elaborado por ellos.
Para observar su funcionamiento nos ubicaron frente a las ventanillas por donde ingresan las muestras (mismas que se mantuvieron abiertas), ahí pudimos percibir las dos temperaturas que van de los 50 ºC a -10 ºC, por supuesto que no a esos extremos ya que solo era una demostración, de lo contrario el choque térmico nos hubiera afectado más que a cualquier luminaria de las ahí valoradas.

Igualmente nos mostraron la prueba de sobretensiones que lucía muy extravagante por tener al luminario dentro de una jaula metálica con llantas de caucho. El ingeniero nos comentó que esa instalación funciona como medida de seguridad para evitar que la muestra pudiera explotar, dañar al operador o alguno de los equipos del laboratorio, pues simula las posibles descargas que pudieran presentarse durante la caída de un rayo a una potencia de 500 a 6000W. Por suerte no sucedió ningún acontecimiento desastroso durante la presentación, pues el luminario se mantuvo neutral a pesar de recibir esos niveles de descarga ya que era de buena calidad.

Tras concluir el recorrido por las instalaciones nos quedamos muy satisfechos por la visita, no solo por la calidad con que se gestiona cada una de sus actividades sino por el desempeño profesional de sus integrantes, lo que a su vez refleja un elevado compromiso con el desarrollo científico y tecnológico nacional. Actualmente el laboratorio está concluyendo la documentación de requisitos para iniciar la gestión de acreditación ante la Entidad Mexicana de Acreditación
La invitación quedó abierta para visitar el gran telescopio, así como el observatorio de rayos gamma ubicados a más de 4500 metros sobre el nivel del mar en el volcán de Sierra Negra ubicado en Puebla cerca del límite con Veracruz.
Con el objetivo de fomentar en la sociedad la cultura de la iluminación en términos de eficiencia, calidad y suficiencia, el laboratorio de iluminación y el INAOE ofrece distintos formatos de vinculación con instituciones académicas y visitas.
Para mayor información, consultar su sitio web
Por: Paulina Marín