Con este proyecto “La luz de adentro”, el fotógrafo Radu Zaciu muestra frutas y verduras ordinarias convertidas en pequeñas lámparas naturales. Con el uso de bulbos y herramientas, el artista convirtió algunas piñas, papas, fresas y peras en comestibles iluminados desde el interior. Un pequeño brillo traspasa la piel y cáscara de cada fruta, lo que destaca sus detalles distintivos.
La piel de cada una de las frutas actúa como un difusor, proyectando su propia tonalidad. Cada una de las frutas forma con sus texturas y colores un aspecto único al que en ocasiones se le puede asociar con objetos sumamente diferentes. Por ejemplo, la papa, así iluminada, parece una maqueta a escala del planeta Júpiter con sus colores y remolinos; o la coliflor -una de las más impresionantes de la muestra- presenta una imagen muy similar a una gran explosión.
Zaciu comienza introduciendo tanto una fuente de luz pequeña como una más grande dentro de la fruta o el vegetal, luego el artista esculpe directamente en la base del fruto, poniendo especial atención en que la luz quede precisamente en el centro del vegetal. Para que las verduras duren más, se utiliza un taladro para cincelar el canal perfectamente simétrico.
Ya que cada pieza transmite la luz de forma diferente, algunos frutos requieren fuentes más poderosas de iluminación en lugar de menos brillantes. La serie de Zaciu es a la vez un comestible y a la vez un recordatorio de que la creatividad puede ceñirse incluso a los objetos más cotidianos.
me encantaron¡¡¡¡