Desde este 8 de septiembre, el municipio de L’Estany, en Cataluña, es el primero a nivel español y unos de los pioneros en Europa en contar con todo el alumbrado público con tecnología LED. La medida de permitirá una reducción del 80% del consumo de energía y hasta 65% de las emisiones de CO2 a la atmósfera.
Jordi Tort, responsable de la oficina de Medio Ambiente de L’Estany, ha manifestado que se cambiaron las lámparas tradicionales de 100 watts por otras de tecnología LED de 25 watts, que permitirán que la factura del municipio pase de 15.000 euros anuales a 3.000 euros, mismos que serán amortizados en dos años y medio; para el cambio no ha sido necesario sustituir los soportes de las farolas, sino únicamente las nuevas lámparas.
El gasto total aproximado de la operación es de 46.000 euros, los cuales serán financiados por el área de Medio Ambiente de la Diputación de Barcelona. El apoyo respalda esta prueba piloto de eficiencia energética, dentro de la iniciativa europea del Pacto de Alcaldes, que compromete a los municipios a la reducción del 20% de las emisiones de CO2 para el año 2020.
Además, los 400 habitantes de la localidad cuentan ahora con luces LED que han sustituido a las lámparas de vapor de sodio de alta presión del tipo globo que iluminan al cielo, propiciando la poco apreciable contaminación lumínica.
Es importante tener en cuenta que las luces tipo LED tienen una vida útil por lo menos cinco veces superior a las lámparas tradicionales y están prácticamente libres de gastos de mantenimiento; otra ventaja de la nueva iluminación es que proporciona un mayor confort visual.
Tort, quien ha destacado que con esta mejora el municipio «ahorrará en tiempos de crisis», recibió a Joan Antoni Barón, diputado de Medio Ambiente de Barcelona, para la inauguración de la nueva iluminación pública de L’Estany.