
Por J. Carlos Hernández / @JC_Halaneo
Dicen que la naturaleza es sabia, y que muchos de los mejores inventos fueron inspirados en ella. Moisés Venegas, joven mexicano y emprendedor, tiene claro esto, por ello creó Luciérnaga, una luminaria que utiliza materiales reciclados y energía solar, y está inspirada en el insecto del mismo nombre.
Iluminet platicó con el Ingeniero Mecánico egresado de la Universidad de Chapingo para que nos contara sobre este proyecto, que busca, además, mejorar la calidad de vida de las familias que carecen del servicio de electricidad y ser una alternativa en el ahorro del consumo de energía eléctrica.
México es de los principales consumidores de agua embotellada, lo que genera una cantidad considerable de desechos. Moisés vio una ventaja en esta problemática: diseñar una luminaria que utilizara PET reciclado para su fabricación, y a la par de generar un proyecto emprendedor; ofrecer una opción de iluminación a comunidades de escasos recursos y generar conciencia en la reutilización de desechos. Así nació la Luciérnaga, nombre que propuso su hermana con la intención de hacerla “más comercial”, relata Venegas.
Probablemente al elegir el nombre, él y su hermana no tenían presente que las luciérnagas generan luz más eficiente que un foco. Gracias a que la reacción química que procesan en su abdomen (Luciferina en combinación con Oxígeno, Calcio y Trifosfato de Adenosina) emite casi un 100% de energía como luz, en comparación con un foco tradicional que solo emite un 10% de luz y el resto es calor; así que el nombre viene ad hoc.
La luminaria diseñada y patentada por Moisés Venegas es un sistema híbrido; es decir, utiliza luz natural y eléctrica para ofrecer iluminación mucho más eficiente. “Funciona de dos formas, la parte traslúcida que tiene el dispositivo sirve para filtrar luz solar al interior de las casas, así no es necesario encender la luminaria en el día, dado que en las viviendas de las comunidades, mayormente, no se cuenta con ventanas. La idea con esto es generar ahorro: “entre menos lo uses, más te dura”, dice Moisés.
La Luciérnaga contiene un paquete de baterías de Litio, un controlador de carga y un LED de última generación, el cual es de varias versiones. El que se utiliza para las casas es de 4 a 13 W con un rango aproximado de 1400 Lm para que las personas puedan iluminar un cuarto adecuadamente. Por otro lado, tiene tres paneles solares, dos que funcionan para cargar baterías, y uno extra con puerto USB para cargar celulares, también tiene un interruptor para que las personas puedan manipular el encendido y apagado.
“El LED que utilizamos no genera calor y genera mayor cantidad de brillo. El tamaño es más reducido, lo que significa que reducimos el número de LEDs. Los convencionales utilizan un aproximado de 3 a 4 LEDs por watts, es un sistema bastante rústico. El nuestro es más compacto, optimizamos el uso de la energía, además los paneles llevan un mecanismo de orientación manual para optimizar más la energía. La luminaria ofrece una vida útil aproximada de 5 años”.
Sobre los materiales que utilizan en la fabricación de la luminaria, Moisés cuenta con proveedores que facilitan todo el equipo que la compone. Sin embargo, busca que una vez iniciada su producción a mayor escala, él y su equipo puedan desarrollar todos los componentes y la tecnología necesaria para optimizarla.
Conciencia verde, diferenciador de la luciérnaga
Salvador Fabián Sánchez, Ingeniero Civil integrante del equipo, comenta emocionado: “buscamos no solo apoyar a las personas con dinero o con equipos, sino a través de proyectos en los que ellos mismos puedan producir y generar ganancias. Queremos generar conciencia en los usuarios. Después de entregar el producto, pretendemos dar una capacitación introductoria, no solo de uso, sino de lo que esto representa, desde las cuestiones ambientales hasta los ahorros económicos que se generan. Se está en pláticas para que la luminaria se instale en techos de concreto para que sirva como tragaluz”.
Salvador y Moisés consideran que la ventaja frente a sus competidores es que “entregamos un producto de gran calidad, eficiente y que cuenta con productos reciclados. Alargamos la vida útil del producto al utilizar luz natural, optimizamos el uso de energía solar, no solo en la generación y almacenamiento, sino también para la iluminación, y hacemos uso de materiales como el PET”, un elemento abundante y que genera altos índices de contaminación en el país.
Sobre la concientización, señalan que “se ha generado mucho interés, sobre todo por el uso de material reciclado. Utilizarlo ayuda a que la gente sea consciente sobre la contaminación. Hay interés en cambiar no solo su espacio, sino también su ambiente”. Moisés dice que están a la espera de lanzar en su página de Internet información sobre la importancia de usar PET.
Ante la pregunta de si es posible que los propios beneficiarios provean el material para fabricar la Luciérnaga, Salvador dice que en el caso de la familia beneficiada hasta el momento, se ha visto un cambio de perspectiva frente al uso de materiales reciclados sin haber recibido una capacitación introductoria o de concientización.
Por otro lado, también señalan que “la idea es que las luminarias no sean pagadas por la gente de las comunidades, sino que sean parte de programas sociales y otros. Buscamos un intermediario para que la gente lo pueda adquirir”. Han tenido acercamiento con gobierno, pero ha sido complicado: “ven el proyecto con buenos ojos, sin embargo, y respecto a la cuestión de capital, es difícil llegar a un acuerdo”. Actualmente, están en pláticas con CONAVI (Comisión Nacional de Vivienda), con intención de que adopte el proyecto como parte de sus programas de mejora a las viviendas”.
Proyecto piloto
A finales del 2015, Aselus, empresa creada por Moisés realizó una instalación piloto de la luminaria en la localidad de Santa Catarina en el Municipio de Texcoco. Desde entonces se han realizado visitas a la casa beneficiaria para verificar el buen funcionamiento de la Luciérnaga, así como para detectar posibles mejoras. El proyecto se llevó a cabo en conjunto con la empresa Ziklum, la cual donó láminas hechas de tetra pack reciclado.




“Aquí seguido se va la luz, y a los niños les ayuda (la Luciérnaga) para que hagan tarea en las tardes. En ocasiones otros niños vienen a la casa a hacer la tarea”, señala Roberta López, beneficiaria del proyecto. Considera que el trabajo es muy bueno, y que esperaría que otras casas de su comunidad contaran con la luminaria, ya que debido a que viven en una zona alta, “los vientos fuertes hacen que la luz se vaya dos o tres días, además se evitarían accidentes por el mal clima que tira los postes y cables” de donde están “colgados” los vecinos para poder obtener electricidad.




Sobre el uso de PET, doña Roberta opina que “es bueno, porque los materiales que usa son lo que nosotros tiramos, sin saber que sirve para otra cosa. Ahora ya lo juntamos, viene un recolector al que se lo vendemos. Mis hijos ya lo recogen y lo traen, ya no lo tiran”.




Doña Roberta relata que el equipo de Moisés Venegas llegó recomendado por un vecino, y que en un principio desconfiaban y no estaban seguros de aceptar. Sin embargo, la idea de acceder a una opción de iluminación segura de fuente natural, así como a un nuevo techo de material reciclado, los terminó de convencer.
Aselus
Moisés cuenta que el proyecto inició hace aproximadamente dos años. “Empecé solo, posteriormente se incorporó el equipo para formar Aselus”, y todo inició con la creación de la Luciérnaga. Actualmente, la empresa está constituida y está integrada por Moisés Venegas, Salvador Fabián Sánchez, y los hermanos de Moisés: Marco Antonio Venegas, Ingeniero Civil, y Nic te-ha Venegas, quien es la directora operativa. “Es un equipo multidisciplinario”, dice.




En este momento buscan personas que tengan apertura para hacer una inversión. Continúan acercándose a personas de gobierno y a financieras rurales, “quienes creemos pueden apoyar a proyectos de este tipo”. Y es que señala Moisés, “la parte de los recursos económicos para continuar generando tecnología, y apoyar a más viviendas ha sido la etapa complicada”.
Esperan que en el transcurso del año puedan obtener el capital necesario para comenzar la fabricación en serie de la Luciérnaga. Una vez concluida la zona de Texcoco, planean expandir el proyecto a otros municipios e incluso buscar la forma de trabajar a nivel estatal, así como generar más tecnología y otros dispositivos que generen ahorros energéticos.
pero como puedo armar ese proyecto
ojala se puedan poner en contacto conmigo, muchas gracias, 5529651092
como lo hacen?
no es un poco antiestetico, o tiene un proceso ?
Su propósito es que sea una luminaria sustentable y accesible para comunidades vulnerables. Si te interesa saber más sobre el proyecto puedes visitar las redes sociales de Aselus, creadores de esta iniciativa.