
Por Massimiliano Fuksas
Creo fuertemente en que la luz es una de las certezas de la arquitectura. Sin luz no habría color, nada más que obscuridad. La luz es el primer recurso en el que piensas cuando estás diseñando, me refiero en particular a la luz natural. Mientras más puedas capturar, mejor; si yo pudiera, elegiría tener luz natural las 24 horas del día.




Claro que la luz artificial es muy importante, pero debe generarse desde el interior de los edificios, yo nunca he iluminado una fachada desde afuera. Creo que los edificios son lámparas, o al menos debieran serlo por las noches. Es la estructura la que la que debe poseer la luz, no viceversa, de otra forma se corre el riesgo de caer en efectos especiales retóricos. En este sentido, los monumentos que pierden su dignidad siempre tienen una luz externa que los catapulta fuera de su contexto real en la peor de las formas.
Los efectos de luz en el aeropuerto de Shenzhen, China, simplemente delinean a través de las formas del objeto. La estructura por si misma se pensó en relación a la luz. Más que un edificio es una vista escénica que recuerda mi pasión por las dunas y los lagos.
Otro proyecto en el que la luz juega un papel importante es la Iglesia de Foligno. En este proyecto traté de llevar la luz al interior mediante canales que pudieran abordarla como la luz de los cañones del Monasterio La Tourette de Le Corbusier. Estos elementos brillantes son parte de la estructura, sostienen el volumen interno de la iglesia, es una luz que se puede definir como “Estructural”.
Odio las pieles y fachadas: No puedo soportar la idea de una concha cuya única función es ocultar. Un organismo es un todo, no puede haber una distinción rígida entre el interior y el exterior. Aquí juega un papel principal la luz: conectar el exterior y el interior.
La luz directa es necesaria para resaltar el espacio y para transmitir el valor del mismo. Por otro lado, es necesaria una luz indirecta para crear espacios con luz difusa. También hay un tercer tipo de luz… esa mágica luz que milagrosamente llega a través de una ventana que no debería haber estado allí o por medio de una esquina. Sin esta luz mágica de un edificio no puede ser la arquitectura que pretende ser una obra poética.
Visita Studio Fuksas para conocer más de su trabajo.