En el Simposio de 2019 de la CIE (Comisión Internacional de Iluminación) el equipo de Miki Kozaki de la Universidad de Tokio presentó una investigación donde se analiza el rango de bienestar en un espacio de consumo de alimentos respecto al nivel de luminosidad con base en la edad de los comensales.
Uno de los aspectos más relevantes que arrojó el estudio fue que, a diferencia de los resultados con adultos jóvenes, la condición de «oscuridad agradable» no se observó para los ancianos. En general, el rango de agrado para la tercera edad fue más estrecho, lo que demuestra que no consideran un ambiente cómodo ya sea en oscuridad o en un entorno demasiado brillante.
Sin embargo, esos cambios suelen producirse de forma gradual, lo que permite adaptarse a medida que cambia. Por lo tanto, surgió la siguiente pregunta. La disminución del rendimiento visual puede afectar las tareas delicadas y puede aumentar los riesgos de movilidad, pero ¿en qué medida afectan a las tareas menos sofisticadas, como comer y beber?
En este sentido, se eligió el restaurante como escenario experimental, ya que la luminosidad puede variar desde ambientes con muy poca iluminación como en bares, hasta ambientes más brillantes como es el caso de restaurantes familiares.
Las variables que se utilizaron fue el comportamiento esperado y los métodos de iluminación. Por ello, se seleccionaron 4 acciones: «comer», «beber», «relajarse» y «charlar» para examinar diferentes direcciones visuales y objetivos en un grupo de 44 personas con rangos de edad entre 20-30 años y 60-80 años. A su vez, para diferenciar la distribución de la luminosidad en la habitación, se usaron 3 métodos de iluminación:
- Método de iluminación local con luz puntual para iluminar la mesa.
- Método de iluminación general con 4 luces descendentes con amplia distribución de iluminación.
- Método de iluminación indirecta con iluminación de cornisa alrededor de las tres paredes visibles.
Al comparar la oscuridad o el brillo con la satisfacción, se observa una mayor diferencia estadística, lo que indica que el nivel de iluminación requerido puede no diferir entre los grupos de edad, aunque si se sienten cómodos o no puede diferir. El método de iluminación también puede tener un efecto en el rango.
Para mayor brillo en condición de iluminación general, no se observa una diferencia estadística, pero bajo iluminación indirecta, se observan diferencias para los cuatro comportamientos.

Como ya se mencionó, en comparación con los adultos jóvenes, los ancianos tenían un rango más estrecho de agrado y brillo (Figura 5). Bajo iluminación local, el rango de satisfacción de los adultos mayores era más brillante que los adultos jóvenes, y bajo iluminación general e indirecta, el rango de simpatía era más reducido que el de los adultos jóvenes. Esto corresponde con el hecho de que los ancianos tienen un rendimiento visual más bajo (dificultad para ver en condiciones de oscuridad) y sufren de mayor índice de deslumbramiento en condiciones de mucha luz.

A diferencia de los resultados con los adultos jóvenes, el «agrado» no existe en el rango de oscuridad. Si bien se pueden plantear varias razones, la hipótesis más factible puede ser la carga social del término «oscuridad» en contraposición del brillo como símbolo de riqueza, el cual fue ampliamente reconocido durante el período de alto crecimiento económico. Para los ancianos, la palabra «oscuridad» ya transmite la imagen negativa, que no está asociada con la comodidad. A diferencia de los ancianos, muchos adultos jóvenes no tienen una imagen negativa hacia el término, reconociendo así el rango de la “oscuridad agradable”.
Finalmente, se puede concluir que este estudio ofrece a los diseñadores de iluminación una serie de consideraciones. En principio, que es posible diseñar un espacio con baja iluminación para una atmósfera acogedora y privada, sin que entre en conflicto con la calidad de la luz para sus usos prácticos. De igual modo, también marca ciertos parámetros que deben adaptarse al concepto de cada restaurante y todos los ambientes que se buscan para los clientes.
Para conocer el estudio completo puede acceder directamente a Research on the Range of Pleasant Darkness and Brightness in Restaurants: Discussion on Age Factor.
[box] Imagen destacada: Restaurante Nos, Iluminación: Lux Populi (Thomas Paterson | Laura Arroyo), 2015. [/box]