El cambio climático es el principal desafío ambiental a nivel global, ya que representa una de las mayores amenazas para el desarrollo y bienestar de la población al producir inundaciones, sequías, huracanes, derretimiento de glaciares, aumento en el nivel del mar, pérdida de biodiversidad y deterioro de los recursos ambientales que proporcionan los ecosistemas.
Ante este panorama, cada año los gobiernos de todo el mundo se reúnen en la Conferencia de las Partes sobre Cambio Climático de las Naciones Unidas (COP) para tratar de solucionar el problema de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI).
En el marco de la COP-16, que se lleva a cabo en Cancún, Quintana Roo, del 29 de noviembre al 10 de diciembre, los presidentes de Guatemala, Costa Rica, Ecuador, Colombia, Perú, Chile, el primer ministro de Noruega, JensStoltenberg, los mandatarios de Kenya, Etiopía, Antigua y Barbados, Granada, además de representantes de 193 países y la Unión Europea (UE), deberán buscar mecanismos para frenar el calentamiento global y evitar que la temperatura del planeta suba más de dos grados.
Uno de los planteamientos en la COP-16 es el aumento de la eficiencia en dispositivos lumínicos y la reducción del consumo innecesario de luz, lo cual contribuiría a proteger el medio ambiente.
Según la Agencia Internacional de la Energía (AIE), el 19% de la generación eléctrica mundial se destina a la iluminación, y estima que el cambio a sistemas más eficientes ahorraría a Europa 4 mil 300 millones de euros, lo que equivale a 50 millones de barriles de petróleo anuales o mil millones de árboles, lo que evitaría la emisión de 28 millones de toneladas de CO2.
Los LEDs se perfilan como el posible solucionador de este problema, sus ventajas son diversas en comparación con las bombillas incandescentes, ya que ocupan menos espacio, son más brillantes, pueden durar hasta 50 veces más y consumir hasta 10 veces menos, además de que su chip permite variar la intensidad y el color de la luz. En un futuro, con el desarrollo de los “LED orgánicos” se podría incluso ubicar iluminación en superficies flexibles, como tejidos y ropa.
Finalmente, la utilización de materiales no contaminantes es otra de las preocupaciones de esta cumbre, ya que la toxicidad de los elementos de algunas bombillas genera un impacto negativo para el ambiente. Por ejemplo, se calcula que sólo en la Unión Europea hay 35 millones de lámparas de vapor de mercurio, altamente contaminante, instaladas en calles y autopistas. Mientras tanto, el reciclaje de estos elementos de iluminación en lugares convenientes, permitirá ayudar a conservar el medio ambiente.
Iván Olvera
Hola:
Les comentaba que nosotros estamos participando dentro de la Villa del Cambio Climatico y colocamos 7 luminarias leds solares para promover el uso de estos sistemas.
Me gustaria enviarles fotografias, a que correo las envío?