Una nueva iluminación realza la belleza de la estatua de Moisés en la tumba de Julio II, en Roma. El juego de luces fue creado por Mario Nanni utilizando luminarias LED; en él, la luz natural y artificial se funden como un principio espiritual, como una interpretación y celebración de la materia. Lo primero que Mario Nanni cuidó fue leer y escuchar el lugar. Después de un profundo estudio de la luz natural que se filtra a través de las ventanas del Este y Oeste de la iglesia en diferentes horas del día, el maestro ha construido su proyecto utilizando fuentes de luz de Viabizzuno capaces de reproducir la luz del sol.
La restauración de la obra de Miguel Ángel, confiada a las manos de Antonio Forcellino, encuentra su plena integridad bajo la iluminación creada por Mario Nanni, un maestro en el campo. «El proyecto -explicó Forcellino- da la posibilidad de interpretar la luz natural que entra en la iglesia y dividirla en cuatro actos: el amanecer, el cenit, el atardecer y el crepúsculo. Es así que tenemos una representación del color que se desvanece de naranja a rojo y que se integra con la luz natural». El objetivo de la intervención era rememorar en el espectador las condiciones en las que se creó la tumba. El estado del monumento fue cambiando durante los años debido a varias razones, una de ellas fue el cierre de una ventana a la derecha del Moisés.
Miguel como un escultor de luz, además del mármol; ya que, según Nanni, mientras Miguel Ángel trabajaba el mármol, tomaba en cuenta la luz que se filtraba por la ventana del lado derecho de la pieza y las sombras que creaba. Pulía las partes expuestas y dejaba rugosas las cicatrices en las partes ensombrecidas, dando la tridimensionalidad y plasticidad típicas de su escultura y pintura. La iluminación recupera el color del mármol elegido y esculpido por el artista en el siglo XVI.
Los 20 dispositivos N55 de Viabizzuno que se necesitaron para iluminar las estatuas tienen un rendimiento de color de 98, TM-30 que tiene valores Rg 103 (gamut) y Rf 96 (fidelidad) y una eficiencia luminosa variable de 115 lm/W y 96 lm/W, trabajando en la clase de mayor eficiencia energética a ++. Las luminarias N55, (que son libres de rayos UV, libres de flicker y con una hélice de disipación dinámica) se dispusieron a diferentes temperaturas respectivamente: 2200k, 3000k, 4000k y 5000k.
Para completar el proyecto se usaron 5 lámparas Unaghi de Viabizzuno con un CRI de 95 colocadas en el crucero del coro. Estas fuentes tienen 3 temperaturas de color diferentes respectivamente, 3000k, 4000k y 5000k; todo el proyecto de luz es gestionado por un control DMX que permite al sistema entero obtener diferentes escenas con distintos tonos de blanco que sólo otorga la luz natural. La luz artificial de Nanni marca el paso del tiempo, esto permite hacer hincapié en la profundidad de la pared sobre la que Miguel Ángel esculpió y así destacar su genio artístico.
Nanni es conocido por sus poemas de luz, utiliza su conocimiento y las tecnologías más avanzadas para realizar trabajos de diseño a lo largo del mundo y de la mano de los arquitectos más reconocidos de la industria.




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