No leas esto si le temes a la oscuridad

Cada vez más iniciativas y recomendaciones por la preservación de los cielos oscuros. Compartimos un artículo completo que habla acerca de las implicaciones que lleva una mala práctica de iluminación pública

Texto de Maddie Oatman, tomado de la revista Mother JonesNo leas esto

París hizo historia al ser nombrada ¨La Ciudad Luz¨, pero ahora las brillantes calles de esta ciudad están siendo oscurecidas durante la noche. A partir del verano pasado, se decretó que los edificios públicos y las tiendas francesas deberán mantener apagadas sus luces de 1 am a 7 am en un intento de ahorrar energía y «reducir la huella de la iluminación artificial en el medio ambiente nocturno».

Como lo indica el decreto francés, la huella que imprime la civilización en el cielo nocturno es cada vez mayor y no sólo le concierne a los astrónomos. En su nuevo libro «El fin de la noche: Buscando la oscuridad natural en una era de luz artificial,  Paul Bogard lamenta cómo nuestros últimos espacios de cielos oscuros son devorados por los rayos de luz que traspasan la distancia.

Un grupo de astrónomos afirmó recientemente que mientras la población estadounidense está creciendo a una tasa de menos del 1,5 por ciento al año; la cantidad de luz artificial está aumentando a una tasa anual del 6 por ciento. Lo que le preocupa a Bogard es algo más que simple nostalgia hacia el cielo nocturno: el exceso de luz provoca serios daños en la vida animal, descompone ciclos naturales y daña la salud humana.

Las mayores fuentes de contaminación lumínica de las ciudades en todo el mundo son las luces de los estacionamientos y el alumbrado público, en parte porque hemos sido criados con la idea de que mayor cantidad de luz pública significa más  seguridad para los ciudadanos. Sin embargo, también es cierto que a finales de los años setentas, un informe del Departamento de Justicia de EUA dio resultados estadísticos de que el alumbrado público reduce la delincuencia.

El optometrista Alan Lewis, ex presidente de la Sociedad de Ingenieros de Iluminación en Norteamérica, argumenta que el mal diseño de las lámpras de alumbrado público («probablemente el ochenta por ciento del alumbrado público»), incluso puede provocar que sea más difícil ver los objetos durante la noche. Según él, nuestros ojos no tienen la oportunidad de adaptarse a las zonas más oscuras y los contrastes externos hacen que nuestra visión nocturna sea muy pobre.

Pero esto es mucho más grave que sólo no ver en la oscuridad. Los científicos han descubierto vínculos entre la luz artificial y enfermedades peligrosas como la obesidad, la diabetes, riesgos cardiovasculares y el cáncer.

Además de extender el periodo de vigilia de los seres humanos, la luz eléctrica nocturna ha venido a suprimir  la producción de melatonina, la cual se piensa tiene un rol importante en reducir el crecimiento de ciertos tipos de cáncer como el cáncer de mama y el de próstata. Luces azules muy potentes -como los usados en algunos LEDS, en tablets o celulares, en computadoras y televisiones- pueden ser los que tengan mayor culpabilidad. «Resulta que la longitud de onda de la luz que afecta más directamente a la producción de melatonina, es exactamente la longitud de onda que estamos viendo cada vez con más frecuencia en el mundo moderno.»

Si nuestras ciudades hiperluminosas ponen en riesgo la salud humana, tienen repercusiones mucho más severas en el mundo animal. Treinta por ciento de los vertebrados y más del 60 % de los invertebrados tienen hábitos nocturnos, y la luz artificial arruina la polinización, la cría, la alimentación y los patrones de migración. En 2011, por ejemplo, más de 1 500 zampullines migrantes murieron en Utah después de chocar contra unos estacionamientos a los que creyeron estanques, al quedar confundidos por la luz de la ciudad que rebota en las nubes.

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El Fin de la Noche hace una irresistible propuesta para poner un alto en la iluminación nocturna y bajar el switch. Como resultado de este y otros esfuerzos, la gente ha empezado a experimentar con diferentes productos y políticas.

A continuación explicamos varias ideas para reducir la contaminación lumínica:

1.- Hacer leyes contra el exceso de luz

Francia no es el único país que ha intentado reducir la contaminación lumínica. República Checa fue noticia al ser el primer país que tiene una ley contra la contaminación lumínica en todo su territorio, en gran parte debido al esfuerzo de los astrónomos de la nación. En Estados Unidos también: gracias a la proximidad de la ciudad con el Observatorio Lowell, los astrónomos de Flagstaff, Arizona, intentaron durante años minimizar el resplandor nocturno; sus esfuerzos dieron frutos en 2001, cuando Flagstaff fue declarada la primera Ciudad de Cielo Oscuro.

En los años 90´s, La alianza de la Preservación del Patrimonio de Nuevo México comenzó a argumentar que el cielo nocturno era parte del patrimonio cultural, dando como resultado la Ley de Protección del Cielo Nocturno en 1999. En 2009, el gobernador Bill Richardson añadió una multa de $25 dólares por violaciones a cualquier cláusula de la ley con la intención de reforzarla.

Según el Parlamento británico, al menos 10 estados de Estados Unidos y algunos otros países han propuesto una legislación similar. Hasta el momento, el mayor obstáculo para tales leyes aún es la aplicación, «Usted puede tener una orden en todo el estado, pero no hay policía de contaminación lumínica», dice Bogard por teléfono.

2.- Instale accesorios que no brillen hacia el cielo

En su visita a la región de Lombardía, en el norte de Italia, Bogard encontró unas farolas inusuales, él lo describe así:

«A pesar de que tenían la forma normal de una farola, con cuatro lados rectangulares, no había cristales y tampoco lámparas. En realidad sí había lámparas, sólo que estaban alojadas en el interior de la parte superior de la luminaria.»

Estas luminarias se conocen como accesorios «full cut-off», diseñados para prevenir que la luz escape de forma horizontal o en dirección ascendente. De acuerdo con la organización italiana Cielo Oscuro, más del 30% de la iluminación pública se dispersa hacia el cielo. Se dice que las luces «full cut-off», minimizan esta luz desperdiciada al mismo tiempo que ahorran energía. Cuando en Calgary, Canadá, experimentaron con la adaptación de estas luces a la ciudad, se estima que hubo un ahorro energético de 1.7 millones de dólares canadienses al año.

3.- Realice luminarias que interactúen con la luna

El Colectivo Crepúsculo Civil, ubicado en San Francisco, puso especial atención en una propuesta de farolas con resonantes lunares, que utilizan lámparas sensibles a la luz de la luna. Estas farolas están formadas de LEDs en combinación con una célula foto-sensible que provocará un brillo mayor o menor dependiendo de la fase lunar, así como de un ambiente nublado y otros factores ambientales. Uno de los diseñadores del proyecto, dijo en una entrevista que esperaba que las luces podrían «alterar nuestra percepción de las ciudades por la noche», así como «alentar a las actividades basadas en la luz de la luna.

4.- Idear plantas que brillen intensamente

Un grupo de biotecnólogos han comenzado a experimentar con la biología sintética para hacer que las plantas brillen. Como el New York Times dice en una de sus notas: «los árboles pueden reemplazar las luminarias eléctricas, y las flores de las macetas se pueden hacer tan luminosas como para leer.» Con el objetivo de financiar su campaña de $65 mil dólares, Glowing Plants terminó terminó con casi medio millón en sus arcas después que miles de partidarios donaron para el experimento a principios de este año.

5.- Conduzca coches eléctricos

Digamos que finalmente hay un movimiento de masas hacia conducir un coche eléctrico: «Una vez que estamos pagando para cargar nuestros vehículos en la noche, no hay forma de que sigamos comprando tanta electricidad», dice Bogard. La iluminación exterior -como la que se usa con fines de marketing en las gasolineras y centros comerciales- podría convertirse más en una preciada mercancía. Lo bueno de la crisis energética, le dijo un astrónomo británico a Bogard, es que puede hacer que la gente note toda la energía desperdiciada en iluminación.

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