A lo largo de lo que va del mes de marzo hemos recibimos a diario noticias alarmantes de medios de comunicación, gobiernos, empresas, asociaciones e instituciones sobre el COVID-19 y la crisis que se ha desencadenado. Hemos visto desde medidas preventivas hasta información que en ocasiones confunde más de lo que ayuda (y que incluso ha propiciado pánico en mucha gente).
Hemos visto también que eventos imprescindibles de nuestra industria se han cancelando o pospuesto, prácticamente en cadena. Los planes, viajes y agendas de trabajo van en consecuencia. La crisis sanitaria altera también la vida cotidiana, tanto en las rutinas de trabajo, los ámbitos escolares, los tiempos de ejercicio, como en los eventos culturales, de espectáculos y deportivos. Esto mismo golpea a -la de por si complicada- economía, con impacto en el valor del dólar y otros tipos de cambio, las bolsas de valores de todo el mundo, los precios del petróleo, y mucho más.
Entonces, la necesidad de información confiable se vuelve ahora más necesaria, términos como pandemia, cuarentena, “home office”, protocolos, prevención, diagnóstico…se escuchan y leen constantemente, y nos obligan a consultar información oficial y fidedigna para no dejarnos llevar por los rumores.
Habrá quienes opinen que es excesivo, otros que es demasiado poco y habría que hacer más. Unos están de acuerdo, otros no… al final, nos movemos queda incertidumbre y desconfianza, situaciones que no son nada buenas para los negocios.
Una de las virtudes, y a la vez limitaciones, de un medio como iluminet es que es a distancia ponemos a miles de personas en contacto, de forma virtual, sin un contacto físico. Ante el momento que vivimos, reiteramos nuestra disponibilidad, como siempre y mas que nunca para que nos comuniquemos entre los diferentes actores que conforman esta industria: fabricantes y profesionales, colegas y amigos, clientes y proveedores, alumnos y maestros, etcétera.
En este momento es primordial la comunicación, hacerse visible, ofrecer seguridad, transmitir estabilidad. En otras palabras, informar sobre lo que va a suceder en tu organización, durante cuánto tiempo, las medidas tomadas ante la emergencia sanitaria, las formas de facturación, pagos y cobros, pedidos, retrasos y todo lo que implican los procesos de compras y ventas. Igualmente importante será notificar cuándo tu empresa, despacho u oficina va a volver a la normalidad.
Algunas empresas se ven obligadas a ahorrar, a trabajar de manera remota, a reducir sus operaciones o definitivamente paralizarlas, a tomar decisiones para no arriesgarse a cometer un error, o bien esperar a un mejor momento para retomar el camino. El problema de la inacción es que todo es una cadena, donde unas empresas depende de otras, éstas de sus clientes y éstos a su vez de sus proveedores, y donde cada uno tiene un lugar como eslabón de la cadena.
Un buena comunicación, y a tiempo, puede despejar muchas dudas para mantener la calma, y tranquilizar a tus clientes y proveedores, o incluso generar nuevas oportunidades de negocio. Comunicarnos adecuadamente evitará un momento de crisis.