La Fundación Louis Vuitton presenta una exhibición amplia y multifacética realizada por el danés-islandés Olafur Eliasson. «Contacto» explora «las relaciones entre el ser, el espacio y el universo» creando una realidad alternativa y surrealista dentro del museo. Una serie de instalaciones sumerge al espectador en una interacción entre la luz, la sombra y el movimiento, un claroscuro que aparentemente transporta a la audiencia a la completa oscuridad del espacio exterior. Diversos dispositivos ópticos distribuidos a través de la exposición junto con pasajes construidos especialmente por Eliasson fueron puestos para continuar con su estudio de la percepción humana y la construcción del espacio.
«Mi exposición aborda aquello que se encuentra en el borde de nuestros sentidos y el conocimiento de nuestra imaginación y nuestras expectativas», explica Eliasson «se trata del horizonte que divide, para cada uno de nosotros, lo conocido de los desconocido».
Cuando entran en «Contacto», los visitantes se mueven en un suelo inclinado, como si estuvieran pisando la parte superior de una esfera. El fenómeno de la luz que pasa a lo largo de la circunferencia del espacio es una reminiscencia de un cuerpo planetario en tránsito frente a otro. En esta galería de luces apagadas, los visitantes pueden ver cómo un resplandor naranja se desliza y atraviesa la pared curva. El contraste entre la luz y la sombra pretenden dar la ilusión de la coronación del Sol sobre la silueta en negro de la tierra.
«Para este fin, la ruta a través de la exposición se deriva de la geometría del círculo y se funda en el principio subyacente de la circularidad. Al llevar a los espectadores al «contacto» con un meteorito, un objeto extraterrestre con un carácter mágico, incluso simbólico, la exhibición comienza con un gesto del artista destinado a colocar a los visitantes en un estado de percepción que amplía los horizontes de nuestra imaginación».
En la sala de «Mapa de pensamientos impensables», el público está en el centro de la pieza. Su sombra se desliza a lo largo de un semicírculo que se extiende en una circunferencia completa por un espejo. En el techo, Eliasson instaló un aparato que realiza el seguimiento del sol y, en ciertas horas del día, dirige sus rayos de luz en una escultura geométrica suspendida dentro del edificio. La escultura rodea una luz brillante que lanza una red de sombras entrecruzadas a través de la pared. Las siluetas de los visitantes pasan por delante de la obra y también se proyectan en la pared.
Al mismo tiempo, la exposición interactúa con la exposición recién revelada del artista: «Dentro del horizonte», que cambia constantemente la perspectiva de la arquitectura de la Fundación.
La exposición estará abierta en París hasta el día 16 de febrero de 2015.