Las competencias significan pruebas de creatividad que buscan romper los límites de lo convencional. En todo el mundo se presentan propuestas que retan a la imaginación y aspiran a mejorar el mundo. Un nuevo material promete transformar la forma en que obtenemos energía del sol utilizando los residuos de los cultivos. Esta novedosa alternativa pretende reemplazar el vidrio de los edificios de zonas urbanas.
Carvey Ehren Maigue, estudiante de ingeniería de la Universidad de Mapúa en Filipinas, desarrolló distintos proyectos y prototipos para otros estudiantes con la intención de financiar sus estudios, una actividad que le permitió aumentar su conocimiento en áreas como el diseño o el enfoque comercial. Como resultado propuso un material que busca resolver problemáticas energéticas e incorporar recursos de bajo impacto ambiental.

El premio James Dyson fue el escenario perfecto para mostrar su idea al mundo, su concepto suena sencillo pero complejo de solucionar. Se basa en utilizar la luz ultravioleta dispersa de la luz solar y convertirla en electricidad limpia y renovable.
El nombre del material es AuREUS (Aurora Renewable Energy & UV Sequestration) y surge de la similitud que presenta con los procesos luminiscentes de las auroras. La captura de la luz ultravioleta busca ser una aportación a la tecnología solar con la intención de crear entornos más sostenibles y regenerativos. Resulta importante detallar que las células fotovoltaicas convencionales carecen de esta capacidad.
Para su elaboración contempló materiales reciclados. Estos provienen de cultivos que se vieron afectados por desastres naturales tales como tifones o demás alteraciones graves por el cambio climático que han causado estragos en todo el mundo. Ayudar a que los materiales catalogados como desechos puedan reincorporarse como recursos valiosos mitiga en gran medida las pérdidas de las que son víctimas los agricultores.
Para su elaboración las partículas derivadas de frutas y verduras fueron suspendidas en sustratos de resina para ser utilizadas como tecnología central. Al ser impactadas por la luz ultravioleta estas absorben y vuelven a emitir luz visible por los bordes debido a la reflectancia interna. Es aquí donde las células fotovoltaicas captan la luz que después se vuelve electricidad. Actualmente se han revisado 78 tipos de cultivos locales y 9 mostraron el potencial requerido.
La propuesta busca resolver apremiantes problemáticas del presente con miras al futuro, incorpora componentes no convencionales y los une a tecnología existente para dar forma a un material translucido útil en muchas industrias y con un alto potencial de crecimiento. Representa una alternativa al vidrio convencional que se usa de forma masiva en la construcción.




Edificios en todas las ciudades resuelven sus requerimientos de luz natural envolviendo sus caras con vidrio. Convertir construcciones en granjas que cultiven energía sin comprometer al medio ambiente podría ser una opción asequible para todos.
Este material cuenta con diversas presentaciones de color entre las que se incluyen el rojo, el naranja, el verde y el amarillo. Tiene la posibilidad de funcionar incluso cuando no está directamente frente al sol ya que depende de la dispersión UV a través de las nubes y de la luz UV que rebota en paredes, pavimentos y edificios. Además, al absorber la luz UV protege a las personas tanto en interiores como en exteriores.




Actualmente se encuentra en desarrollo continuo y busca abastecer con tintes de frutas y verduras el 100% de las partículas necesarias del 80% actual, esto último para evitar la incorporación de productos químicos. La producción actual es de alrededor de 30 paneles al mes y se espera que esta cifra siga en aumento. Su creador sigue extendiendo las posibilidades del material desarrollando diversas formas curvas para aplicaciones en autos, aviones o barcos. Una inmensa cantidad de energía podría ser cultivada en varios dispositivos para reducir el uso de combustibles fósiles. Esta tendencia ha ido ganando terreno en varios países. También contempla crear hilos y telas para generar ropa recolectora de luz ultravioleta que después pueda ser convertida en electricidad.
Sin duda una propuesta que une novedosas formas de captar energía y resolver el problema de desechos. Un ejemplo de cómo las alternativas que compiten contra el mercado establecido de la construcción deben ofrecer un abanico inmenso de mejoras para ser consideradas una opción real.
Su potencial dependerá también de la escala de crecimiento y de la obtención de recursos, cultivos y desechos que en cada zona geográfica serán únicos y específicos.
Los aspectos de obtención, transportación, transformación de la materia prima, colocación en obra y demás factores aportaran información para determinar su viabilidad económica y ecológica. Esta industria representa una de las áreas de mayor competencia y exige cantidades estratosféricas de producción, lo que en ocasiones obliga a implementar procesos industriales que reducen o anulan las capacidades sustentables de este tipo de soluciones.
El consumo masivo de energía y los desechos en las ciudades son temas importantes y comunes en varias ciudades de todo el orbe. Un material que aborde una solución integral siempre será bienvenido para generar cambios y debates acerca de un mundo que empieza a cambiar y que anuncia que los recursos no podrán resolver las necesidades humanas como lo han hecho hasta ahora. Es necesario prepararse para afrontar estas transiciones de escala planetaria antes de que nos sobrepasen y no haya marcha atrás.