Perpignan Fountain, exhibición de luz, sonido y movimiento

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La fuente de Perpignan (en Francia) es una fiesta para los ojos que evoca el espíritu de la antigüedad cuando entretenía y refrescaba a los habitantes de la ciudad. Detrás de la fascinante danza visual del agua y de la luz se esconde un sistema con tecnologías de punta que devela todo el poder y la versatilidad de los LEDs Luxeon de Philips.

El control de los 900 puntos de luz incrustados en los distintos chorros de agua se logra de manera central por computadora y proporciona rutinas de colores que coordinan luz, agua y música.

La nueva fuerza de la fuente de Perpignan promete convertir el centro de la ciudad en una espectacular ilustración llena de efectos que se hacen presentes gracias a la tecnología LED.

El proyecto comenzó con una simple pero desafiante premisa: crear un espectacular y permanente espectáculo de luz y sonido en la fuente que le permitiera convertirse en una atracción regional y por ende ayudara a atraer visitantes.

Además de la visión creativa, la ciudad identificó los dos principales retos en el desarrollo del proyecto: la instalación tendría que ser a la vez espectacular e innovadora para sobresalir de entre los muchos lugares de interés en la región y también ser permanente, así que sería necesario lograr largos intervalos de mantenimiento y sustitución para poder tener costos mínimos y manejables en ese rubro.

Este proyecto es de los primeros en su tipo. La ciudad brindaría el espacio e infraestructura mientras que Fluidra, una multinacional española, se encargaría por medio de su división Sacopa especializada en el uso de LEDs acuáticos, de desarrollar, programar y supervisar la instalación de los equipos en la fuente.

La única solución viable para cumplir con las expectativas del proyecto en cuanto a tamaño, longevidad, capacidad de cambio de color, así como potencial de sincronización con música, eran los LEDs. Tradicionalmente las fuentes se iluminaron con pocos puntos de luz de gran potencia y ésta escena nueva brindó a Sacopa la oportunidad de construir 217 boquillas con chorro de agua en las cuales se instaló un LED Luxeon K2, siendo este un concepto impensable para otras tecnologías de luz por los altos costos de mantenimiento y dificultad de sincronización y uso de color.

Sacopa calculó que esta solución de LEDs podrá durar 27 años suponiendo un uso de cinco horas diarias los 365 días del año, todo esto logrado con la robustez de los sistemas Luxeon K2 y los luminarios diseñados por ellos mismos. Con estos conceptos en mente el objetivo trazado se convirtió en algo claramente alcanzable y sólo restaba el idear el escenario en el cual la fuente se convirtiera en un real espectáculo con atracción a los visitantes y la magia visual que requieren estos escenarios.

Con la idea central entre las manos, la visión se centro entonces en la danza del agua en la obscuridad; los ingenieros desarrollaron un plan que contemplaba el control preciso de los cientos de puntos de luz instalados en los chorros, se diseñó un jet de acero inoxidable en forma de flor que contempla la instalación de un luminario con LEDs en un arreglo RGB permitiendo considerar muchos detalles de luz gracias a la naturaleza concentrada de la generación de iluminación a base de LEDs, una vez más la solución con alguna otra tecnología habría sido imposible.

Las capacidades del LED de producir cantidades inmensas de colores, cambios con diferentes ritmos, parpadeos y atenuaciones por medio de controladores DMX y ordenadores convirtieron a esta fuente en el escenario ideal para el desarrollo de todo el potencial de la luz en estado sólido. El establecimiento de rutinas con arreglos tan grandes de luz y jets de agua permiten la danza en sincronización con la música, parpadeos de luz, suaves cambios entre colores vívidos y efectos relajantes, atenuación y sincronía con agua y música. Todo esto en un lugar grande y complejo resulta fascinante.

Detrás de toda esta danza de agua, luz y sonido se encuentra una minuciosa reflexión de ingeniería, la flor de acero y el disipador de aluminio proveen un buen desahogo térmico que ayuda sin duda alguna a mantener un alto nivel de salida de luz en los paquetes de LED y mantiene intacta su expectativa de vida. El Luxeon K2 en las flores de Sacopa opera a 80 grados centígrados en el aire y a 70 cuando son enfriadas por agua, aún cuando se han manejado con corrientes altas para poder producir un haz de luz fuerte. Se hicieron extensivas pruebas inclusive con temperaturas exteriores de hasta 50 grados centígrados que abaten las condiciones de las noches más calientes.

El excelente desempeño térmico del sistema acentúa la eficiencia de las luces; a todo poder cada LED consume 3W y cada arreglo RGB consume 11W en total, así la instalación completa consume un máximo de 9.9 kW, cinco veces menor a lo que se hubiera podido plantear con lámparas halógenas.

La instalación cobró vida en julio del 2008 y desde entonces ha embrujado a la gente del pueblo y a sus visitantes en la noche. La espectacular muestra de luz y sonido en la fuente ya está cumpliendo el objetivo de atraer visitantes a Perpignan y su magnitud de éxito real sólo podrá medirse con el tiempo, por ahora hay que apreciarla y disfrutarla en toda su magnitud.

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Fuente: Leds Magazine

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