Philips prepara anualmente un evento espectacular para lanzar sus más recientes productos, siendo Londres la sede de los últimos años. Pues en 2008 trasladaron Simplicity a Moscú, donde la firma holandesa montó un pabellón muy cerca de la Plaza Roja. Si bien hubo televisores y otros adelantos, en lo que concierne a iluminación hubo dos presentaciones que vale la pena mencionar.
En primer lugar la Light Blossom, una lámpara inteligente tipo farol para exteriores, que emplea tecnología LED y es de funcionamiento ecológico. Opera de la siguiente manera: durante el día, las láminas superiores (en forma de pétalos) se abren para exponer al sol sus células fotovoltaicas, las cuales almacenan energía eléctrica en sus celdas especiales.
Los pétalos pueden reorientarse automáticamente para buscar un ángulo de luz solar más favorable, como hacen los propios árboles. Pero en caso de día nublado, las láminas se inclinan ligeramente hacia arriba adaptando una posición similar a la de molino de viento, aprovechando este último elemento cuando sopla para transferir energía a un rotor interno que se encarga de generar la electricidad. Por la noche, la farola se enciende y une sus pétalos en posición vertical para condensar la luz irradiada.
Ahora bien, gracias al uso de iluminación LED estas farolas consumen la mitad de electricidad que los sistemas de iluminación convencionales; además, su tallo está recorrido por pequeños LEDs que se iluminan para indicar la energía de la que dispone.
Finalmente, las farolas están equipadas con sensores que registran la presencia de alguna persona y pueden aumentar su luminosidad automáticamente, pero si no hay alguien cerca, permanecen en un estado de semi-iluminación.
Dulce despertar
Philips presentó en 2006 Wake-Up Light, pero en esta ocasión en Moscú mostró la versión más actual. Se trata de un despertador con lámpara LED que emplea la luz para hacer más ameno el abrir los ojos por las mañanas, ya que simula la salida del sol.
Media hora antes de despertarnos la lámpara se activa, subiendo gradualmente el nivel de luz de la habitación; emplea una lámpara de bajo consumo para gastar la menor energía posible y su brillo puede regularse manualmente. El usuario puede acompañar la luz de diversos sonidos, como pájaros, ruidos de la jungla, suaves campanas o una brisa, aunque también podemos optar por escuchar radio FM, sonidos que aumentan de forma gradual.
En su parte frontal, se encuentra escondida una pequeña pantalla LED desde donde podremos controlar sus funciones: activar el despertador, indicar la hora, la cadena de radio.
Para utilizarlo como lámpara para la mesita de noche, se puede regular su intensidad de luz según el uso que se le quiera dar, por ejemplo, leer de noche con una luz tenue y despertar con una más intensa.
De acuerdo a la firma holandesa, la luz que emite su lámpara LED propicia en el cuerpo humano las mismas reacciones fisiológicas que si estuviera amaneciendo naturalmente, es decir, provoca que el cerebro disminuya la generación de melatonina, la hormona que induce al sueño.
Estos despertadores luminosos ya están disponibles con precios de entre 120 y 150 euros y se pueden encontrar con acabados en blanco o negro, por supuesto, todavía en aquel continente.