La piratería es un delito, es robar una idea, la propiedad de un tercero. Puede ser un invento o un diseño, pero finalmente es de alguien que creó o desarrolló algo, y luego hay otro que lo copia. Desafortunadamente, esta situación es una constate en muchas industrias, incluyendo a la iluminación. Varios fabricantes, en diferentes pláticas informales con Iluminet, nos han transmitido su preocupación al respecto, por ello, en este artículo queremos compartir algunos puntos de vista y experiencias sobre el tema, que es sin duda polémico e importante para la industria.
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Los Productos eléctricos piratas provocan 4 de cada 10 incendios en casa habitación.
3 de cada 10 instalaciones eléctricas en México utilizan productos apócrifos.
70% de los productos eléctricos en nuestro país son chinos, de los cuales el 31% son piratas.
Los 5 productos más falseados son los fusibles, apagadores, contactos dúplex, clavijas y chalupas.
La piratería y el contrabando en el sector eléctrico han generado pérdidas a la industria por 200 millones de dólares anuales, con un crecimiento de 30 % en los últimos tres años.
A finales de 2010, tan sólo en la Ciudad de México se vendieron 50 millones de series navideñas, de las cuales 30 millones eran apócrifas.
Una clavija pirata cuesta 10 pesos, la cual no reúne las normas de seguridad. La original cuesta 16 pesos lo que indica que por seis pesos menos puedes poner en riesgo la vida de tus hijos, tu casa y tu patrimonio.
Fuente: ANCOMEE
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En la practica real hay poco compromiso para comprar producto original, no hay mucha solidaridad en la industria, los responsables del canal comercial, o el cliente final, deberían ser respetuosos con quien registró o hizo dicho producto. Por otra parte, la mayoría de las licitaciones públicas no solicitan que se exhiba la propiedad intelectual del producto. Se pide el cumplimiento de la normativa vigente, con una serie de requisitos, incluso que se trate de contenido nacional o que cumpla con el flujo luminoso, características de consumo, pero en las bases de una licitación no se pide que se manifieste o exhiba la propiedad intelectual.
Esta situación se da en todo el mundo, no sólo en México, pero en otros países la protección intelectual es más fuerte. Desafortunadamente, las copias llegan de Asia y es difícil entablar una demanda en otro país. Las demandas por propiedad intelectual son costosas y lentas, además, practicamente no hay consecuencias para el comprador.
Un fabricante nos cuenta sobre una experiencia común: “Hace poco un proveedor me vino a ofrecer sus productos y me dio su catálogo, de pronto me encuentro con que traía una luminaria mía, y otra, y otra. Al comprobarle que se trataba de modelos nuestros dijo que no sabía, que un distribuidor de Guadalajara las importa”.
El gobierno debería ser coherente con sus campañas de concientización y aplicar lo que predica. “Dí no a la piratería». La piratería afecta la producción nacional en todos los sectores. En el caso de los productos de iluminación, la entrada de equipos pirata “revienta el precio” por ser una opción más barata. Además de la pérdida monetaria, también se ve afectada la reputación de la marca cuando se “confunden” sus productos.
Ante este panorama, algunas de las propuestas para reducir la entrada de producto pirata al mercado podrían ser:
Solicitar una mayor exigencia a las entidades competentes, mediante asociaciones y cámaras, como la CANAME a la que pertenecen muchos fabricantes del gremio.
Otra idea es que, si ya se exige el cumplimiento de una NOM, a la persona o fabricante que busque cualquier certificación se le solicite la documentación de la propiedad intelectual, o patente de sus productos.
A manera de conclusión podemos decir que para reducir la entrada de producto pirata al mercado nacional, es necesario que exista una mayor conciencia y compromiso en los canales de comercialización; más educación para los consumidores, y por último, una legislación que vele por los intereses de quienes diseñan y manufacturan productos originales, y que la promueva al mismo tiempo.
Queremos saber qué opinas al respecto por lo que dejamos abierto este espacio para comentarios y aportaciones.
Siempre he gritado que nosotros somos los culpables y los responsables de todo esto, desde un inicio tomamos la decisión de hacer las cosas mal. Cómo es posible que nosotros tengamos opciones de darle a los clientes de una obra barata, de pregonar con materiales de mala calidad y sobre todo no tener un control de nuestra ética profesional.
Hoy día veo y me da tristeza y coraje como profesionistas con solo ganar unos pesos, atribuyen utilizar estos tipos de materiales sin garantías y sobre todo sin sellos de empresas reconocidas que avalen dichos equipos, basta ya de tener ingenieros patitos, eléctricos que solo hacen trabajo de relumbrón y hasta de otras profesiones que no conocen nuestra materia de iluminacion, saben qué pasa, que estamos acostumbrados a ser de los montones, no queremos invertir en capacitarnos, de no pertenecer a una colegio o a una asociación.
Debemos consumir lo bueno, sale un poco más caro pero es una garantía que permitirá al cliente paz en su inversión, y nosotros tener la dicha de llevar a cabo un buen proyecto en nuestra vida profesional. Todo eso es responsabilidad y ética. Hagamos lo que nos corresponde y seamos fieles a ser el ser cambio desde ahora, no comprar material patito, chino, japonés, taiwán, que no cumplen las NOM, ANCE, en fin este es mi comentario y el gobierno permite la entrada de todo esto porque les retribuye ganancias, pero a la larga hasta contaminamos nuestro planetas por no ser artículos de calidad y fomentemos el ahorro de energia, en México ha costado mucho concientizar esta cultura que los arquitectos apliquen y sobre todos los que construyen nuevas viviendas, ahora o nunca hagamos el cambio.
Esto yo siempre aplico, nunca compro material que no cumpla las NOM, esa es mi razón.
Mientras no tengamos una visión global competitiva, solo expresamos quejas, quejas y quejas. Cuando desarrollamos un producto creemos que ese producto debe producirnos suficiente riqueza y que desarrollar otro debe que esperar. Terrible error, si estamos viviendo en una época de cambios muy acelerados tanto por el desarrollo de industria del transporte como el de las telecomunicaciones; no podemos mirar solo nuestra casa, sino mirar también que hacen las otras casas, porque ellos también nos miran que hacemos. Recordemos como los japoneses avanzan en el desarrollo de la tecnología «Compran, mejoran y venden». Si vamos a competir en el desarrollo de nuevos productos, también tenemos que pensar en la mejora continua, para cuando intenten copiar su producto ustedes ya tengan nuevos productos mejorados. Como ejemplo tenemos la competencia en el desarrollo de los celulares «Samsung, Nokia, Motorola, Zte, etc», en estos productos no existe piratería ¡¡Porque será!!, Debemos que razonar como deseamos competir por mejores y mejoras continuas, o por vender barato. Olvidar que tu competencia es tu vecino sino que es el mundo entero.
Como bien mencionan la piratería está presente en muchos de los productos que consumimos, es verdad que esto se debe a la falta de la aplicación rigurosa de las normas y la revisión de sus apartados, que permiten la comercialización de mercancías gracias a los pequeños vacíos legales que se pueden encontrar.
La increíble facilidad con la que productos de muy mala calidad están acaparando el mercado de la iluminación es algo muy serio, que se debe de enfrentar desde diferentes trincheras, que sin duda nos llevara tiempo poder concientizar el daño que nos causamos al vender, comprar y recomendar este tipo de productos.
Espero se presenten más artículos relacionados a este tema y se proponga una campaña de concientización de la calidad de los productos. Solo al tener consumidores bien informados tendremos una demanda de productos de calidad y precio.