Luz Mariela Zacarías es una de las fundadoras de la Asociación Guatemalteca de Iluminación (AGI), ha sido su presidenta y ahora es tesorera. Es una agrupación que ha ido ganando reconocimientos por sus constantes actividades aun en la pandemia.

Dice a Iluminet que no es fácil todavía que la gente entienda y reconozca que el diseño de iluminación es un ejercicio profesional. Hasta hace unos años en un proyecto arquitectónico esa actividad correspondía a los ingenieros eléctricos.
“En Guatemala, y tal vez sea igual en Latinoamérica, es común que no muestres a la gente lo que haces como profesional, por temor a la crítica o a la competencia. Para mí como diseñadora de iluminación ha sido todo lo contrario, me gusta trabajar en equipo y que fluyan las ideas, compartir el conocimiento”.
Nos comenta que en su país la mayoría de los diseñadores de iluminación son mujeres que han logrado una empatía que se transmite a los miembros de la AGI.
“La competencia para mí no es problema, sino una motivación, es un desafío para darme a conocer. El 2020 nos dejó muchas enseñanzas, y como asociación no hemos dejado de trabajar, tuvimos muchas actividades y eso nos ha dado la oportunidad de que más gente nos conozca”.
Luz Mariela es arquitecta formada en Guatemala y realizó también estudios en la universidad Texas A&M (EU). Aunque su intención era estudiar paisajismo como especialidad, se encontró sin pensarlo con el mundo de la iluminación y sus perspectivas cambiaron.

“Mi papá es ingeniero eléctrico y ha trabajado de cerca con arquitectos en el tema de iluminación. Por medio de él conocí al representante comercial de una firma europea para ver la posibilidad de estudiar paisajismo, y me regaló un libro de iluminación, y el tema me atrapó”.

Ingresó al Master de Diseño de Iluminación, en la Universidad Politécnica de Madrid. Al concluir trabajó en España en el estudio Inovodecor Iberica, en el que realizó funciones comerciales y de diseño de iluminación en ese país y en Portugal.
En 2011 regresó a Guatemala y empezó a darle ese valor agregado al diseño de iluminación en los proyectos arquitectónicos.
“Un arquitecto sabe un poco de muchas cosas, pero necesita el apoyo de especialistas que tienen el conocimiento de temas específicos. Los diseñadores de iluminación tenemos la forma de interpretar la arquitectura y volverla poema, sin competir con la obra original”.
Al siguiente año fue invitada para dirigir un taller de iluminación con alumnos de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Francisco Marroquín, de donde es egresada. En 2013 junto a otros colegas locales deciden unirse para fundar AGI.
“Soy de la idea de que hay que abrirse, hay que comunicarse, invitar a la gente y que el resultado sea un trabajo en equipo. La comunicación fluida hará que las cosas cambien. Hay que ser humilde y entender que hay cosas que no conozco y alguien más me puede ayudar”.
Confiesa que la pandemia ha permitido tener diferentes vías de comunicación para intercambiar ideas y experiencias, y con ello resolver dudas o dar soluciones a los proyectos en lo que estemos trabajando.

Las mismas formas de comunicación han permitido a la AGI realizar constantes actividades, tanto dentro de la propia Asociación como para más interesados en el tema de la iluminación.
Luz Mariela Zacarías es miembro de Women in Lighting, movimiento internacional al que ingresó por buscar las mismas condiciones laborales para hombre y mujeres, y cambiar la visión de que entre géneros hay rivalidad.
“Hasta ahora como diseñadora de iluminación no he tenido un problema de genero con mis colegas. Pero si ha sido diferente cuando se trata de proyectos arquitectónicos en lo que sí he vivido diferencias. Varias veces me ha pedido el currículo para conocer mi trayectoria, aun y cuando llevamos varios meses de trabajo”.

Luz Mariela señala que los diseñadores de iluminación, incluso quienes tienen más experiencia, deben ser como esponjas para aprender de todos, tanto del fabricante como del arquitecto, del cliente y de los colegas.