Ha pasado un mes desde el primer día de clases del posgrado de Lighting Design de Arquine y la exposición final del primer módulo se cerca. En la siguiente sesión tendremos una última revisión con Jose Cardona para definir detalles técnicos y mejorar las presentaciones de cara a la fecha esperada.
Durante el último fin de semana fue muy divertido ver toda la experimentación que han realizado algunos compañeros, la diversidad en formatos, tipologías de proyecto, entre otras cosas. También tuvimos una clase fundamental de luminotecnia en la que Jose profundizó en algunos conceptos, especialmente en nits y candelas… ¿Nits? Jamás había escuchado la palabra -resulta que es la unidad correspondiente a la luminancia de una fuente de luz, es decir, candela por metro cuadrado-.
Después de escuchar y resolver algunos ejercicios, pudimos leer una curva polar. Comparto además el consejo dado por Jose: toda aquella luminaria especificada debe tener la suya. Antes de la sesión era complejo entenderla al cien por ciento, ahora espero hacer bien la tarea.
Y para esta ocasión, algunas personas presentamos nuestro avance de proyecto en la sesión del viernes. ¡Qué diferente es la sensación de hacerlo antes de las ponencias! Al menos el nerviosismo solo fue al inicio.
Parece mentira que las conferencias llegan en el momento indicado -que no es coincidencia tras ocho años de organizar el posgrado-, pero conocer aquello que inspira a otras personas que trabajan con la luz nos abre la perspectiva hacia nuevas posibilidades.
Como he mencionado en las publicaciones anteriores, los alumnos estamos desarrollando un objeto lumínico en la primera etapa del curso, llamada conceptual. Motivo por el que hemos recibido pláticas de distintos personajes cuyo trabajo se entrelaza con la luz. Y para este fin de semana disfrutamos de Víctor Zapatero, iluminador teatral, y Tomás Casademunt, fotógrafo.
Víctor Zapatero compartió algunos proyectos realizados y en cada uno de ellos existía un factor común: se vincula con los proyectos, busca contar una historia a través de la luz.
Así como él recomendó a los alumnos algunos de sus artistas favoritos, comparto con ustedes parte de su obra.
Su trabajo en teatro es producto de la experimentación con la luz partiendo de ideas básicas, pero siempre busca salir de lo común. Eso sí, sin abusar de la tecnología, ya que uno de los mejores consejos que recibimos fue salir a la calle, ver cómo suceden las cosas en el exterior y con la naturaleza porque la iluminación artificial es un reflejo de esas situaciones.
Para la sesión del sábado aprendimos de la luz de la mano del fotógrafo Tomás Casademunt, quien además de retratar la arquitectura realiza diversas investigaciones alrededor de la fotografía.
El fotógrafo catalán ha documentado la arquitectura de Alberto Kalach y en sus imágenes logra transmitir los ambientes del espacio con la menor cantidad de elementos posible. Al compartir su obra Tomás daba recomendaciones a los estudiantes en muchos aspectos, como utilizar los juegos de luz y contrastes para distorsionar un espacio o utilizar estos elementos para delimitar, incluso crear nuevos espacios con la iluminación.
De nuevo es turno de los alumnos para desarrollar y materializar nuestra idea. Las próximas semanas toca desarrollar la parte técnica del objeto lumínico que, aunque no pretende llegar al nivel de un proyecto ejecutivo, entre más “construible” sea tendremos mejores herramientas para concretar nuestros proyectos.
Nos encontramos en dos semanas, por ahora es momento de avanzar en el proyecto, no quiero reprobar.