Texto tomado de la revista Archdaily, por Thomas Schielke
En años recientes el uso de CAD y otros softwares de diseño ha cambiado la forma en que entendemos la luz en la arquitectura. Esta forma de diseñar la iluminación ha dado paso al proceso de «auto-iluminación». El resultado es que ahora los conceptos en arquitectura toman en cuenta la luz desde el primer click y en el proceso de visualización predomina el espacio iluminado. Lo anterior plantea la siguiente pregunta: ¿la apariencia virtual de la iluminación se ha convertido en algo más importante que la ingeniería o el concepto arquitectónico en sí? Con el cada vez más mejorado juego de sombras, contrastes y brillos, ¿se puede oscurecer el sentido de una simulación realista?
Mientras que los tonos de la luz del sol se pueden ilustrar en bocetos con facilidad, imaginar la interacción de múltiples fuentes de luz en un espacio puede convertirse rápidamente en algo complejo. Antes del nuevo milenio, los planes arquitectónicos solían ser utilizados sin luz indirecta debido a falta de softwares apropiados. Sin embargo, los programas actuales de cálculo y simulación pueden imitar con claridad la luz del día así como incorporar detalles de iluminación indirecta en las superficies teniendo como resultado imágenes de realismo fotográfico. Además, las lumiarias virtuales con datos fotométricos ofrecen la opción de calcular la luz con una precisión que permite el análisis cuantitativo necesario en las decisiones estéticas. Pero aun con los programas más sofisticados, la calidad de los resultados tiene sus límites.
Aunque el formato más reciente de Alto Rango Dinámico (32-bit/HDR) ofrece un mayor alcance de contraste que los programas anteriores a 8 bits y que teóricamente cubre la gama de luminancia natural, en donde el Sol es 10 mil veces más brillante que una zona en sombra, la percepción de un HDR impreso o en pantalla no se compara con la imagen real. Por lo anterior, la llegada de los medios digitales no sólo ha incrementado la velocidad de la producción de imágenes, sino que también ha dado lugar a una nueva, aunque inicialmente no considerada, forma de comprender el uso de la luz.
Para Jeremy Brin, director técnico de iluminación en Pixar Animation Studios, «hacer trampa» con la luz ocurre con las bases diarias. «Hacer trampa se realiza, en cierta medida, en casi todos los proyectos realizados en 3D. La luz sobre un personaje puede parecer venir de una lámpara cuando realmente proviene de una fuente lejana a esa lámpara si es que ilumina mejor.» Para Jeremy, la iluminación y la cinematografía son artes y no ciencias. Sin importar el estilo de iluminación, sólo importa que la luz sea creible para el espectador. Debido a esto, el requerimiento más importante es que la imagen sea consistente internamente.
Por supuesto, el reto para la arquitectura empieza cuando un cliente está interesado en una idea y luego pide al arquitecto hacer del concepto una realidad. Los renders en video se han hecho cada vez más y más relevantes para la arquitectura, pero a menudo la tecnología tiene resultados poco satisfactorios. Es difícil producir películas con alto grado de realismo en términos de luz indirecta y reflexión pues el trabajo para realizar simulaciones de iluminación requiere de equipos especializados como una computadora de gran capacidad.
En el caso del museo de Graz Art, hecho por Realities:united, un proyecto sintético que utiliza una técnica compleja video mapping en fachadas, la visualización se vio severamente limitada a un tratamiento plano de la fachada que excluye la luz indirecta y las reflexiones. El simulador Green PIX de Simone Giostra & Partrners y ARUP reducen los detalles de la iluminación realista para acelerar el proceso de renderizado.
Y así, tal vez «trampa» es un alternativa preferible, una que transmite con mayor precisión la intención del proyecto, en lugar de dejar al proyecto en caída libre. ¿Cuál es su opinión? ¿Está bien si haces trampa con la iluminación en los renders arquitectónicos? ¿Realizar simulaciones lumínicas necesita ser preciso desde su concepción hasta los dibujos de trabajo? O ¿ prefiere un margen de ‘maniobra artística’?
UNA ALTERNATIVA