Lo funcional no precisamente debe lidiar con el diseño, y éste a su vez no necesita ser barroco para ser agradable a la vista; la sustentabilidad por su parte es básicamente un elemento ineludible frente a rápido deterioro de nuestro entorno, es una necesidad de conservación. Quienes están inmersos en el diseño industrial saben que estos elementos deben ser constantes en sus creaciones, como es el caso de Max Ashford, quien diseño Quercus, lámpara de escritorio de estilo sencillo, elegante y funcional: minimalista.
Cuenta con una base hecha con retazos de madera de roble, obtenida de compañías que no los utilizan, y construida a través de plegado de vapor para tomar su forma curva; la luminaria, románticamente, es media botella de vino esmerilado, que propicia un resplandor tenue. Mientras que la fuente de luz es un LED GU10 de baja potencia. Todas las piezas (vidrio, cable y soporte de madera) son desmontables, de esa manera se alarga el ciclo de vida del producto.
“Diseño artículos funcionales y sostenibles, centrándome en el ciclo de vida del producto; desde el origen de los materiales y la energía incorporada a éstos… Mi objetivo es que cada una de mis creaciones sea altamente atesorado, duradero y benéfico para el medio ambiente…»
http://vimeo.com/99174173
Max Ashford es un joven diseñador que inicia carrera, actualmente su trabajo Quercus está inscrito en un concurso estudiantil de diseño: Delight in Light (aquí puedes votar por él).
Tampoco la juventud está enemistado con la creatividad, Ashford es uno de muchos jóvenes que seguramente aportarán nuevas perspectivas en el diseño, esperamos que en muchos de los casos volteen a ver a la luz como elemento de inspiración, y puedan crear numerosos “vestidos» para ella.