[box3l] Año: 2019
Cliente: Restaurante Cachava
Ubicación: Ciudad de México
Diseño arquitectónico: Estudio 240
Diseño de iluminación: Andrus Marín
Fotografía: Irlanda Orrostieta [/box3l]
Al poniente de la ciudad de México se encuentra un elegante y relajado restaurante que cuenta con un diseño interior balanceado entre detalles de modernidad y un ambiente que evoca a las tribus americanas originales, diseñado por Estudio 240 y con iluminación de Andrus Marín.
A pesar de ser un solo espacio, el objetivo fue imprimir diferentes ambientes en cada zona del restaurante, incluyendo 2 terrazas con un concepto distinto cada una.
La fachada recibe un tratamiento muy industrial y con esculturas afroamericanas contemporáneas. El reto aquí fue resaltar ese concepto sin crear deslumbramiento al visitante. Ya dentro, se encuentra la recepción, un espacio que invita a esperar mientras se contempla un librero lleno de motivos de tribus americanas. En cuanto se accede al restaurante, nos encontramos con una atmósfera de luz tenue, algunos elementos resaltados por proyectores de brazo largo para librar las vigas, además de unos libreros iluminados.
La barra resulta el centro de todo, pues es el corazón del proyecto. Se encuentra iluminada a través de paneles detrás de una placa multiperforada atenuable capaz de balancear la intensidad durante el recorrido del día. Otro espacio importante es la primer terraza, un espacio parcialmente abierto con una temática vegetal. En él se colocaron proyectores entre la vegetación y luminarias decorativas suspendidas para generar un espacio más acogedor, aún con la luz natural.
Un reto importante fue ofrecer mayor visibilidad a los colores de los alimentos, por lo que se buscaron luminarias con un alto IRC como parte del valor al trabajo del chef en cuanto a la presentación y a los colores de cada platillo.
Finalmente, se puede mencionar cómo el ambiente cálido está presente en cada uno de los escenarios del restaurante para ofrecer al comensal una experiencia gratificante. Parte del secreto de los ambientes, fue que se mezclaron temperaturas de color de 2700K y 3000K, así explotaron al máximo el uso del LED y los sistemas de control. De esta forma, al atenuar se pueden apreciar distintos tonos cálidos que al momento de reflejarse sobre los acabados, generan matices luminosos peculiares en el lugar. Todas las luminarias se especificaron con ópticas dedicadas y atenuables, pues se necesitaba este tipo de flexibilidad en el lugar.
Algunas marcas que se utilizaron en este proyecto son, LAMP, Zeraus, Lumigrid, FLOS, SIECLED, entre otras.




