Por Luis Juan López Barreiro
El estudio de Speirs and Major en Londres es una oficina relativamente pequeña, un espacio abierto con mesas largas donde unas 30 personas están concentradas frente a sus monitores. El techo está cruzado por vigas de madera natural junto a rieles y luminarias suspendidas. Algunos muros pintados de amarillo y columnas esbeltas de acero dan un toque cálido y vintage que convive con ordenadores y dibujos de bocetos y renders en algunos muros y mamparas. Al fondo se ve un librero de piso a techo con una biblioteca de catálogos y libros de iluminación. Una mesa de futbolito y una pequeña área de café completan un espacio de trabajo luminoso y agradable.
Mark Major nos recibe relajado en casa, a diferencia de cuando lo encontramos en eventos y conferencias ocupado en atender a muchos que quieren platicar un momento con él. Su característica media sonrisa se hace completa para saludarnos y enseguida, cordial, nos conduce a una sala de juntas. Llegan unas tazas de café y comenzamos a platicar. Más que una entrevista formal, la reunión se torna en una agradable conversación, una estupenda oportunidad para escuchar las ideas y reflexiones de uno de los diseñadores de iluminación más importantes y reconocidos de la actualidad.
“Me alegra que no empezaran con la pregunta de siempre sobre cómo inicié como diseñador de iluminación”, confiesa Mark cuando iniciamos pidiendo que nos hablara sobre su equipo de trabajo.
“Me gusta que pregunten sobre el equipo, sin un equipo nada sucede. Empezamos hace 30 años Jonathan y yo juntos, y poco a poco nos fuimos rodeando de jóvenes diseñadores que nos ayudaban, igual que muchos otros despachos de iluminación cuando inician».
«Ahora que Jonathan se ha ido, Keith Bradshaw y yo encabezamos la compañía y en los últimos 5 a 7 años hemos desarrollado un estudio más maduro. Tenemos colaboradores que han estado con nosotros por más de 10 años, somos afortunados de que sigan, y no es por nosotros, creo que es por el tipo de trabajo».
«No queremos ser muy grandes, lo más importante para nosotros es la colaboración y la calidad de la conversación… Tenemos una estructura clara y un buen equipo administrativo. Trabajamos en equipos básicos con líderes de mucha experiencia y podemos reorganizarnos de manera flexible de acuerdo al trabajo para proyectos pequeños o grandes».
«Somos una organización bastante horizontal, no solo de 2 tipos hablando siempre, y reconocemos las fortalezas que cada uno tiene, por ejemplo algunos son muy buenos en el control, otros en la visualización, algunos tienen ideas súper creativas. Realmente hemos construido un excelente equipo de expertos”.
Al preguntarle sobre la relación con sus clientes y el cómo mantienen su toque en cada proyecto, Mark Major se reacomoda en la silla y tras las gafas, sus ojos inteligentes parecen brillar un poco más.
“Involucramos cada vez más a los arquitectos y a los clientes desde el inicio de los proyectos. Hemos aprendido que antes de ir demasiado lejos con las presentaciones, a veces es mejor invitar a los clientes a que vengan aquí y platicar con ellos, que sean parte del proceso creativo, los clientes responden muy bien, las cosas van más fluidas, les pedimos su opinión, les gusta estar desde el inicio y todos aprendemos más de diseño de iluminación».
«Queremos estar seguros que el cliente nos quiere a nosotros, no digo esto de una manera arrogante, pero es importante que sepan quienes somos, cómo trabajamos y si somos los indicados para su proyecto. Es como en cualquier relación que inicia, hay que estar seguros, y que desde el inicio funcione, si tienes una buena relación con el arquitecto y con el cliente, si confían y colaboran, vas a tener un buen resultado. Se trata de confianza”.
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Speirs + Major es un despacho independiente de diseño que utiliza la luz para mejorar la experiencia del entorno visual. Establecida por más de dos décadas, con oficinas en Londres y Edimburgo, la firma se inspira en la luz y sus innovadores usos y aplicaciones para el desarrollo de proyectos de iluminación arquitectónica. El despacho ha sido galardonado con reconocimientos de IALD, IES, FX Awards, LDA, por la iluminación de proyectos como Queen Elizabeth Olympic Park, Burj Al Arab, Gasholder Park, y más recientemente, La Nuvola.
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Ustedes son uno de los estudios más reconocidos, mucha gente los sigue, ¿cómo te sientes al ser una referencia para otros diseñadores de iluminación que inician?
“Es una pregunta un poco embarazosa para responder, en realidad es una responsabilidad, hemos estado en el negocio por 30 años, tenemos una cultura en el estudio de cosas en las que creemos. Hay que regresar a lo básico, mantener las cosas simples y directas”.
«Recuerdo una conversación con Dean Skira en Perú donde hablamos de la “pirotecnia” del diseño de iluminación, que llena las revistas, instagram, youtube, los proyectos de concurso, todo ese ruido que parece decir a los diseñadores ¡tienes que hacer esto!, proyectos súper dinámicos muy llamativos, seductores y hasta sexys, o lo que sea… pero mientras más pasa esto, se hace más necesario lograr un disfrute silencioso de la arquitectura, que la luz no se autocelebre, que complemente discreta a la arquitectura».
“Yo le digo a mi gente algo que aprendí al inicio de mi carrera: cuando caminas en un espacio no debes decir qué gran iluminación, sino qué gran espacio. Creo que en este mundo de la imagen en que vivimos, ésta tiene que ser muy poderosa y parece que se vuelve una “obligación” y no se dice mucho sobre el proyecto, es como si solo se busca el “wow” y que funcione para “la foto”.
“Es similar a la arquitectura, parece que todos los clientes quieren edificios “icónicos” pero, qué hay de una arquitectura discreta que sea parte de la ciudad, tal vez hay que ser más callados y no poner tanta atención en los medios, y no lo digo por ustedes…» nos mira sonriendo y aceptamos igualmente la observación.
“Sobre todo en los proyectos ya construidos, que son muchos en los que colaboramos, como una iglesia, una catedral, una zona industrial o una construcción moderna que se remodela hay que trabajar cuidando al edificio, muchos de ellos no fueron creados para verse bajo iluminación artificial, por lo que les imponemos una nueva imagen y hay que pensarlo bien, porque estamos reinterpretándolos y es una gran responsabilidad».
«Tenemos la obligación de seguir pensando ante cualquier proyecto que abordamos, porque corremos el riesgo de destrozar un espacio, o hasta una ciudad, como cuando vemos esas luminarias de calle de 5000K puestas por tantos sitios en UK y la gente reacciona porque arruinas su vecindario con una iluminación terrible».
El tema de la profesión del diseño de iluminación llega a la mesa…
“Al principio había pocos diseñadores de iluminación independientes, era difícil conseguir trabajo, había que vender la idea a los clientes de que te necesitaban y tenían que pagarte. Vendíamos primero nuestra pasión por la luz y luego hablábamos de lo que hacíamos y de nuestra compañía. Ahora que la profesión está más estable, creo que el mensaje debe ir más a hablar de los beneficios que la luz puede hacer, y enseguida presentar lo que ofrece cada quien en su estudio».
“Hablando de la profesión, creo que aun no está definido completamente lo que hacemos. Tomemos a los arquitectos como ejemplo, en general si vienes de Francia, Alemania, Argentina, México o de donde sea, los clientes saben qué esperar de un arquitecto, las bases son similares, similar educación, responsabilidades, reglas, seguros… pero en los diseñadores de iluminación, si ves a tres estudios diferentes estos dan servicios completamente distintos… Nosotros decimos que hacemos esto y esto, otros dicen que hacen aquello y aquello, y otros estudios ofrecen algo más. Unos se esfuerzan en la comunicación, otros en la estrategia de diseño, unos tardan meses en un proyecto y otros solo unos días y te entregan un estudio en tres pedazos de papel, y los clientes lo pagan. No veo una visión universal sobre lo que hace un diseñador de iluminación”.
¿Y qué es lo que se necesita?
“Las condiciones para ser una profesión hay que verlas en otras profesiones, los doctores y abogado ya lo tienen. Necesitas un sistema educativo profesional, asociaciones, un marco legal. Si eres doctor o abogado se necesita una licencia profesional para acreditar lo que sabes. Si un médico comete un error está en problemas, pero si eres diseñador de iluminación y cometes un error ¿a quién le preguntas si eres el cliente? Esto tomará tiempo, pero vamos en el camino correcto”.
Podríamos seguir platicando por horas pero el tiempo se ha ido volando. Tras la ventana de la sala de juntas el cielo londinense nos regala una bonita postal de luz, que aprovechamos para hacer las últimas fotografías de Mark y despedirnos. Nos vamos contentos y satisfechos, ha sido una tarde de los más agradable y una magnifica conversación.
Qué buen relato de su visita a SMA!! Creo que esto es muy valioso, nos deja sentir algo del espacio físico y a la vez de la persona. Mi entrevista favorita de iluminet!!
Víctor, ¡muchas gracias! en verdad disfrutamos de la reunión y de la compañía de Mark Major. Fue una muy buena experiencia y qué bueno que pudimos transmitir un poco lo que vivimos esa tarde. Un abrazo…
Luis Juan