La experiencia escolar puede ser enriquecedora si se cuenta con la iluminación adecuada, debido a que fomenta la curiosidad y mejora el desempeño académico en los salones de clases gracias a la seguridad que les otorga a los estudiantes para desenvolverse en su entorno académico.
Por el contrario, una estrategia mal planificada puede conducir no solo a un uso inadecuado de energía, también puede interferir en la práctica escolar. Por ejemplo, una temperatura de color incorrecta puede reducir el contraste de imágenes y dificultar la realización de actividades con carga visual. Investigadores afirman que la carencia de luz en ámbitos escolares se relaciona significativamente con la baja participación de estudiantes, desinterés por las materias y mayor dificultad en el control del aula por parte de los maestros.
De esta manera, es importante conocer qué opciones existen en el mercado para crear entornos educativos apropiados, particularmente cuando se busca actualizar los sistemas de iluminación ya existentes de manera asequible. Una de ellas la ofrece Lithonia Lighting a través de una guía de uso general de luminarias downlight para cada espacio dentro de una institución educativa.

El documento expone los beneficios que ofrecen diversas familias de downlights comerciales ya sea para los salones de clase, la biblioteca, el auditorio e incluso el gimnasio y utiliza como ejemplo en estudio de caso en la escuela secundaria WHS Williams.
En cuanto a la distribución de downlight y wall wash, el manual parte con las necesidades de iluminación del corredor de la entrada de la escuela, menciona la relevancia de utilizar una iluminación uniforme para aportar seguridad a los estudiantes al momento tanto de su llegada como a la hora de salida o en horarios vespertinos, ya que están diseñadas con un excelente control del deslumbramiento para proporcionar una iluminación cómoda para los usuarios.

Para los salones de clases, Lithonia comparte la importancia de reducir el consumo energético y en el caso de la luminaria empotrable LBR, puede generar un ahorro entre un 50 y un 80 %, además de contar con un rango de temperaturas de los 3000K a los 5000K dependiendo de las actividades y los horarios en el que se encuentren. De igual modo, al instalar luminarias de calidad, se evitan problemas de deslumbramientos o flickering, responsables de fatiga ocular y pérdida de concentración y rendimiento.

En el caso de los auditorios, un elemento importante a considerar son las alturas de los techos que pueden variar. Por ello, recomiendan el uso de luminarias descendentes y cilindros modelo LDN de 4″ que al combinarse, brindan una cobertura uniforme y una cómoda experiencia de iluminación general. Y al ser un espacio donde la iluminación debe manipularse continuamente, cuentan con capacidad de dimmeo del 10% al 1% y un sistema de control con opción inalámbrica.

En el caso del gimnasio, el manual describe el uso de la luminaria LDN8 de Lithonia Lighting con capacidad de 20,000 lúmenes que puede adaptarse a configuraciones de montaje en superficie, suspendida o de pared y está disponible para ambientes húmedos en caso de gimnasio con albercas.

Lithonia proporciona las soluciones de iluminación downlight cuando se busca una solución económica sin sacrificar calidad, además de beneficiar en el ahorro de costos de mano de obra, tiempo y consumo de energía con fácil instalación, flexibilidad en el lugar de trabajo y alta eficacia.
La iluminación escolar debe estar enfocada en mejorar la experiencia educativa y apoyar el aprendizaje. Las nuevas instalaciones no solo deben ser sustentables, sino que deben ser eficientes para influir positivamente tanto en el rendimiento como el bienestar físico, psicológico y anímico de los estudiantes.
Para conocer a detalle este caso de estudio y las luminarias utilizadas se puede acceder a Lithonia Lighting Commercial Downlight High School Application Guide