Por Blanca Robleda
Con lupa en mano, fabricantes de diferentes países han emprendido búsquedas para rastrear yacimientos de elementos de tierras raras en todo el mundo las cuales puedan ser explotadas de manera redituable. Y es que al poseer aproximadamente 48 por ciento de las reservas probadas del mundo, China conserva un monopolio. La situación se ha agravado en virtud de que dicha potencia mundial ha amenazado con retirar su abastecimiento de tierras raras a fin de asegurar el suministro para la fabricación local.La importancia de estos elementos radica en que son vitales para la fabricación de tecnologías innovadoras. En el terreno de la iluminación, son esenciales para la manufactura de chips para LEDs y para la producción de lámparas de fósforo, entre otros productos.
Si bien son relativamente abundantes en la corteza terrestre, los elementos de tierras raras se encuentran normalmente dispersos. Seguirles la pista no es tarea fácil pues con frecuencia no se localizan concentrados como minerales en yacimientos económicamente explotables. Más que una lupa, detectarlos requiere de tecnología avanzada, al igual que su aislamiento en forma pura.Ante tal situación, una empresa de Alaska ha puesto el ojo en el desarrollo de una mina en el sudeste de la Isla Príncipe de Gales destinada a la extracción de tan codiciados elementos. En tanto, funcionarios jamaiquinos y japoneses anunciaron el lanzamiento de un proyecto que permitiría extraer comercialmente tierras raras de residuos de bauxita en la isla caribeña.
Una posible mina en Alaska
Alaska presume tener uno de los panoramas más atractivos de Norteamérica cuando se habla de tierras raras. De hecho, el estado se anuncia como el lugar idóneo para explorar dado que posee una geología adecuada para depósitos. Prueba de ello son las 70 ocurrencias conocidas de elementos de tierras raras en la región. Con esta idea en mente, la empresa Ucore Rare Metals diseñó el proyecto Bokan Mountain el cual contempla la construcción de una mina en el sudeste de la isla Príncipe de Gales. Una vez que se obtengan los permisos necesarios, la construcción podría iniciar en 2014.
«Vemos el espacio de tierras raras como una especie de carrera”, comenta Jim McKenzie, director general de la empresa. “China está retirando el producto de los mercados internacionales de manera muy agresiva y Estados Unidos lo necesita”.
La empresa considera que la construcción de una mina y las instalaciones procesadoras podría tener un costo de 221 millones de dólares y tomaría 21 meses realizarse. Se estima, además, que la mina podría operar por un lapso de 11 años, con una tasa de procesamiento de 1,500 toneladas al día. De acuerdo con McKenzie, el proyecto le podría dar a Estados Unidos la oportunidad de colocarse al mismo nivel que China.
Por su interés en el uranio, en 2006 UCore conservó el control del sitio conocido como Bokan Mountain, ubicado en el sudeste de Alaska. Desde entonces la empresa estaba consciente de la existencia de un depósito de tierras raras en el lugar y, en la actualidad, el proyecto de obtención de dichos elementos es una prioridad. No obstante, McKenzie y otros funcionarios de Ucore han expresado desconocer las fachas en que se obtendrán los permisos para la construcción de la mina.
Jamaica y Japón unen esfuerzos
Mientras en Alaska el proyecto para la construcción de una mina se percibe como una oportunidad para colocar a Estados Unidos al mismo nivel que China, en Jamaica el proyecto piloto para extraer elementos de tierras raras, en el cual colabora Japón, se percibe de manera diferente. La isla caribeña atraviesa por una difícil situación económica y la moneda local se desliza. En ese contexto, el proyecto que tiene como sede al Instituto de Bauxita de Jamaica le ha dado al país esperanzas pues podría derivar en un acuerdo comercial para la extracción de óxidos de dichas tierras de los residuos rojos almacenados en estanques de contención cercanos a terrenos mineros.Investigadores de la empresa japonesa Nippon Light Metal Co. Ltd creen que han detectado altas concentraciones de elementos de tierras raras en el lodo rojo de la isla. Se trata de un derivado de la refinación de bauxita en alúmina, el material básico en la fabricación de aluminio.
Como parte del programa piloto, investigadores de los dos países tratarán con ácido 30 toneladas de lodo rojo seco para potencialmente extraer algunos de los 17 elementos de tierras raras. De ser viable, esta empresa conjunta podría ser uno de los “proyectos más importantes” realizados en Jamaica, comenta la primer ministro Portia Simpson Miller.
Paul Henderson, profesor honorario del departamento de ciencias de la Tierra de la Universidad London College, ha advertido que la roca de la cual se deriva cualquier bauxita determinará, en última instancia, sus contenidos de tierras raras. En su opinión, “no todas las bauxitas poseen altos contenidos en la forma de tierras raras”. En tanto, funcionarios de Nippon Light Metal consideran que la concentración de elementos de tierras raras en el lodo rojo de Jamaica es “significativamente mayor” que la de cualquier otro lodo rojo obtenido en sitios de otros países, comenta el Ministro de Energía Phillip Paulwell. Incluso, contemplan que se podrían extraer 1,500 toneladas métricas de dichos elementos al año.
Nippon Ligth Metal Co. Ltd ha acordado invertir 3 millones de dólares en la construcción de edificios y en equipamiento para el proyecto piloto, además de asumir la responsabilidad de los gastos de operación. Jamaica y la empresa japonesa compartirán la propiedad de cualquier elemento de tierras raras que se extraiga durante esa fase. Se sabe que Paulwell comentó recientemente ante el Parlamento que los óxidos de tierras raras se estaban comercializando a un precio de 3,500 dólares por kilogramo.Habrá que esperar a que el tiempo transcurra para conocer los resultados de ambos proyectos.