Texto original Iluminet
Recientemente asistimos a las instalaciones de Grupo Construlita en Guadalajara para escuchar la conferencia “Iluminación por triángulos, del diseño ingenieril al diseño arquitectónico” del maestro Álvaro Nieva. Esta teoría fue desarrollada como una herramienta para explicar a sus alumnos cómo hacer diseño de iluminación.
Para Álvaro Nieva, uno de los grandes retos en diseño de iluminación es la manera en que las escuelas enseñan a sus alumnos a pensar: “ a los ingenieros nos enseñan a atacar un problema con el lado izquierdo del cerebro, mientras que a los arquitectos y diseñadores de interiores les enseñan a atacarlo con el lado derecho del cerebro, con el lado lúdico. Ojo, ninguna de las dos formas es mejor que la otra; son dos formas de llegar a una solución”.
De acuerdo con el catedrático del diplomado “Diseño y Aplicación de la Iluminación en Espacios Habitables” de la Universidad de Aguascalientes, el diseñador de iluminación debe combinar ambos hemisferios del cerebro. “¿Qué tanto?, depende del proyecto.
De acuerdo con la teoría de iluminación por triángulos, existen tres tipos básicos de luz:
La luz para alumbrar. Es la luz que sirve para ver, simplemente para romper con la oscuridad. No interesan aspectos como el nivel de luz, su color, su temperatura, etc.
El siguiente tipo es la luz para observar. Una luz en donde se requieren niveles específicos de iluminación para desarrollar un trabajo particular.
La tercera es la luz para motivar. La luz que hace sentir, bien o mal, pero que mueve las sensaciones. Un ejemplo claro es el Museo del Holocausto de Daniel Libeskind.
Para Álvaro Nieva existen tres tipos de proyecto que atienden en mayor o menor medida los aspectos técnicos y estéticos. De acuerdo con Álvaro Nieva, “hay algunos en los que la parte técnica es menos importante que la estética. Otros, donde están equilibrados, y otros 90% técnicos y 10% estética”.
En el proyecto, el aspecto técnico debe cubrir con las Normas, los valores, los reglamentos; la parte estética cumple con las necesidades de estilos, gustos. Pero olvidamos para quién está hecho el proyecto. El aspecto humano: La ergonomía, que es el diseño para cubrir las necesidades del ser humano, fisiológicas y psicológicas, no solo que se vea bien sino que se sienta bien, que no haya demasiada luz, ni carencia de luz. Que sea la luz adecuada para ese usuario en especial.
«Hagan lo que hagan el mantenimiento y la operación en un proyecto son importantes, más allá del diseño para revista.» Concluyó Nieva.