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Stapleton Library
Ubicación: Nueva York, Estados Unidos.
Despacho de iluminación: CBBLD
Arquitectos: Andrew Berman Architect
Premios: IALD Award of Merit 2015 de Asociación Internacional de Diseñadores de Iluminación; así como un IES Illumination Award of Merit 2015 de la Sociedad de Ingenieros de iluminación (IES)
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La actualización de la Biblioteca Pública Stapleton de Nueva York incluyó la renovación de la original Carnegie Library (1907) -ahora una sala de lectura para niños- y la extensión de las zonas de lectura para los visitantes jóvenes y adultos.
Como parte del programa del Departamento de Diseño y Construcción de Excelencia de la Ciudad de Nueva York, que contacta arquitectos con proyectos en edificios públicos, se le dio la tarea de renovar y expandir la Biblioteca Stapleton a la firma local Andrew Berman Architect.
Cuando Berman y su equipo visitaron por primera vez el sitio encontraron un espacio tanto para niños como para adultos, con todo dispuesto en una habitación de 548 metros cuadrados. El edificio también había sufrido lo que Berman definió como “torpes esfuerzos de modernización”, pero por suerte esas intervenciones eran solamente estéticas y la estructura original estaba intacta. Fue el detalle y los materiales en la arquitectura original de Carrère y Hastings, con su calidad y artesanía, lo que inspiró el diseño de Berman.




En manos del arquitecto, los elementos del lugar adquieren un toque contemporáneo que crea un ambiente cálido, acogedor e íntimo a pesar de la escala. Para esto, Berman quería que el edificio diera la sensación de estar iluminado predominantemente por la luz natural, aunque la iluminación artificial fuera una necesidad; por lo que llamó a los especialistas de Cline Bettridge Bernstein Diseño de Iluminación (CBBLD), quienes ya habían trabajado con Berman en el Centro AIA para la arquitectura de Nueva York.
Cuando la ciudad decidió expandir la biblioteca pública de Stapleton, los arquitectos decidieron honrar los interiores forrados de madera de la ubicación original al diseñar una nueva estructura de madera que fuera elegante y que diera la escala adecuada.
Se escogió madera laminada para las vigas estructurales que cubren el techo debido a su factibilidad de construcción, lo que garantiza la precisión y la coherencia en la construcción y mano de obra. El diseño flexible inherente a la madera permitió una introducción económica de múltiples aberturas en el techo enmarcado, mismas que proporcionan luz natural. Las superficies de madera del techo ayudan a difuminar el ruido dentro de la biblioteca. El uso de la madera, además, brinda una atmósfera cálida -aunque moderna- dando un resplandor especial al interior.
Las estrictas normas gubernamentales dictaron hasta las más mínimas decisiones sobre las luminarias, sobre el uso de energía y los niveles de iluminación. Utilizando una lámpara T5 estándar con una variedad de accesorios diferentes, los diseñadores crearon una iluminación que se mezcla con la arquitectura y que la refuerza. Además, es importante destacar la fuente difusa puesta para crear una jerarquía de iluminación que da forma al espacio, destacando algunas áreas y suavizando las demás. El resultado es un diseño que ofrece comodidad para los usuarios con un 25% por debajo de la asignación de energía.
La fachada acrisolada de la nueva estructura crea un ambiente abierto y accesible. La iluminación responde a este diseño, fomentando la participación del vecindario. La adición a la biblioteca está bañada por la luz del día que se filtra a través de las claraboyas y de la gran fachada de vidrio. Por su lado, la iluminación artificial está cuidadosamente compuesta para crear un ambiente que replique la luz del día y ofrezca la misma invitación.
El nuevo edificio de 3600 metros cuadrados es una caja rectangular luminosa que fluye fácilmente de la estructura existente y se inunda de luz natural gracias a los muros cortina y a las ventanas delanteras de doble altura. Como una gran sala de estudio, la sala principal de lectura se alinea con las nuevas repisas de 10 metros de alto y el espacio se divide en diferentes áreas de trabajo. El mostrador principal que está frente a la nueva entrada, sirve como una bisagra visual entre los edificios.
El esquema de iluminación de CBBLD captura la esencia de la arquitectura, tanto en su forma como en su materialidad. El despacho se desafió a sí mismo a encontrar un sólo tipo de lámpara que pudiera satisfacer las necesidades del proyecto. “Fuimos alrededor del edificio mirando lo que necesitaba para ser iluminado y dónde podíamos poner la luz”, dice Bernstein. El equipo se decidió por un fluorescente T5 lineal de 4 pies. (Dado que el proyecto se inició en 2009, la tecnología LED todavía no estaba a la vanguardia de la oferta de luminarias como lo está ahora).
En la sala principal de lectura, la decisión se tradujo a una luminaria T5 fluorescente colgante de 28W y 3000K que proporciona 25 lúmenes por pie cuadrado. Estas luminarias están suspendidas de un cable y se alinean con los travesaños horizontales de las ventanas y las columnas verticales de madera de la pared frontal. La forma rectangular de los accesorios complementa la forma de las vigas del techo; de tal manera que el accesorio de luz se convierte en otro elemento arquitectónico. “No hay mucha decoración. La decoración es la paleta de materiales que se usaron. Nuestra iluminación tenía que responder a eso y convertirse en un elemento arquitectónico a su manera”.
Las estanterías de la biblioteca, que ocupan un sistema de acero inoxidable, cuentan con unos brazos que usan fluorescentes lineales T5 de 21W y 28W y 3000K. Ahí, el objetivo es destacar los libros con brillo. La luz en el centro de la estancia es menor y más suave, proporcionado un contraste con las otras características.
En la entrada, el equipo de iluminación se apartó de la tipología de la lámpara fluorescente lineal, optando por un LED de 4 pulgadas empotrado en un dosel y wallwashers CFL de 6 pulgadas de 32W en el vestíbulo. Un colgante decorativo con forma de globo fue seleccionado por el arquitecto para la zona de los niños y está destinado a actuar como un punto de partida del diseño del nuevo edificio.
“Queríamos que esto fuera una gran biblioteca pública, no un monumento arquitectónico”, menciona el arquitecto. “Los comentarios de la comunidad son lo mejor que pudimos esperar”.